¿Conoces las bienaventuranzas?

Son una serie de declaraciones de bendición dichas por Yeshúa al principio del Sermón del Monte.

 Redacción, Veracidad News

Las bienaventuranzas son una serie de declaraciones de bendición dichas por Yeshúa al principio del Sermón del Monte. Proveniente del griego, significa “benditos o bienaventurados”, es decir, bienestar espiritual y prosperidad.

Aquellos que experimentan la primera parte de una bienaventuranza (pobreza, llanto, mansedumbre, hambre y sed de justicia, misericordia, pureza, y persecución), también gozarán la segunda parte (el reino de los cielos, consuelo, la tierra por heredad, saciedad, misericordia, y ser herederos del reino de los cielos).

Las bienaventuranzas describen al discípulo ideal y sus recompensas, tanto presentes como futuras. La persona a quien Yeshúa describe en este pasaje, tiene una cualidad de carácter y estilo de vida diferente de aquellos que aún están “fuera del reino.”

La descripción está relatada en el capítulo 5 del libro de Mateo, de los versículos 1 al 12;

“Viendo las multitudes, subió al monte; y cuando se hubo sentado, se le acercaron sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

  • Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
  • Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
  • Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
  • Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
  • Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia.
  • Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios.
  • Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
  • Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
  • Bienaventurados sois cuando por Mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
  • Regocijaos y exultad, porque vuestra recompensa es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.