En 2016 se tuvo un registro de 7,106 personas muertas, un año más tarde, es decir, en 2017, redujo a 1,207; sin embargo, en 2018 incrementó a 3,066.
Redacción, Veracidad News
La persecución de cristianos en el mundo continúa en aumento y es que de acuerdo con el informe 2018 del portal Puertas Abiertas, 3,066 personas fallecieron por causas directamente relacionadas con su fe, además, 793 iglesias o propiedades fueron atacadas.
En 2016 se tuvo un registro de 7,106 personas muertas, un año más tarde, es decir, en 2017, redujo a 1,207; sin embargo, en 2018 incrementó a 3,066.
La persecución no solo se ve reflejada en actos de violencia y encarcelamientos; la investigación evalúa también la “opresión” en diferentes niveles y ámbitos sociales.
Por decimoséptimo año consecutivo Corea del Norte ocupa la primera posición, seguido de Afganistán, que subió del tercer al segundo sitio. A pesar de ser muy diferentes en cuanto a política y estructura social, los resultados en la investigación muestran que ambos países han alcanzado al día de hoy el máximo nivel de opresión sobre los cristianos en todos los ámbitos comprendidos en el estudio (privado, familiar, social, eclesial y nacional).
El tercer lugar es ocupado por Somalia; después aparece Sudán y Pakistán, el cual está considerado el país en el que los cristianos sufren mayor brutalidad, siendo el único que alcanza el nivel máximo de violencia anticristiana según el estudio.
La lista la completan Eritrea, que escaló del puesto 10 al 6, Libia, Irak, Yemen e Irán del sitio 7 al 10, respectivamente.
Las novedades en la lista son Nepal y Azerbaiyán. El primero de ellos en el puesto nº25, ha sufrido un brusco incremento del nacionalismo religioso en su política nacional, de lo que se han aprovechado los radicales hindúes para presionar y actuar violentamente contra los cristianos. Azerbaiyán, nº45, ha visto el aumento de las medidas de las autoridades para acceder a información a través de redadas y arrestos.
La retirada del autoproclamado Estado Islámico en Irak y Siria ha aliviado los índices de persecución en ambos países, aunque siguen ocupando puestos muy altos de la clasificación 8 y 15, respectivamente. En el caso de México, en 2017 se ubicaba en el peldaño número 41 y en este 2018, subió dos lugares pasando al 39.
