Da el ‘Conejo’ su último salto

La carrera del guardameta que defendió la cabaña de México en dos Mundiales como titular, 2002 y 2010, está a punto de expirar, por lo pronto en la Liga, pero con un Mundial de Clubes aún por delante.

Lejos de sentir tristeza por decir adiós, el “Conejo” se dio a la tarea de vivir sus últimos días en la cancha, justo como cuando todo empezaba. Concedió hasta el último autógrafo, firmó un sinnúmero de playeras, sin importar que fuera de Tuzos o La Máquina, sus dos grandes amores, y procuró mantener la concentración y la responsabilidad, esas características que le alargaron la estadía en los campos del balompié nacional y también al traspasar las fronteras.

“Más allá de nostalgia estoy muy contento, estoy disfrutando todo esto que me está pasando de la mejor manera, como lo he tratado de hacer siempre, obviamente con la responsabilidad que conlleva la posición, el ser quizá un ejemplo para la gente, pero estoy satisfecho con todo lo que he pasado.

“Sin duda Pachuca se ha vuelto mi casa, pero Cruz Azul también es una institución que quiero mucho, sin duda he estado muy contento en estas dos instituciones, he vivido cosas muy importantes en mi carrera, como ser campeón en estos lugares”, dijo Pérez en entrevista con Cancha.

Su carrera la resume como las “siete” vidas de un gato, porque ser el último jugador en activo de aquel Cruz Azul que se coronó en el torneo Invierno 97 y preparar sus guantes para disputar el Mundial de Clubes con Pachuca el próximo mes de diciembre, no fue cosa fácil.

“Ya llevo como diez vidas, oye”, dijo entre risas.