Evangelizando sobre dos ruedas en Chad

Evangelizar era mucho más difícil para el pastor Barka antes de recibir una moto de parte de Puertas Abiertas a finales del año pasado. “Tengo que viajar hasta 500 kilómetros y normalmente me quedaba tirado. ¡Pero ahora ya no tengo ese problema! Estoy muy agradecido por la provisión oportuna de esta moto en mi cometido de plantar iglesias entre los pueblos indígenas del este de Chad”.

Chad es un país desértico situado en África Central y es hogar para casi 17 millones de personas de más de 200 grupos étnicos distintos. Aunque más de un tercio de la población es cristiana, el islam sigue siendo la religión dominante. Los musulmanes tienen una sólida posición en la política, la economía y la sociedad, y ejercen mucha influencia en los asuntos cotidianos del país.

A pesar de que el Gobierno permite la libertad religiosa, los cristianos se enfrentan a una gran presión social. También hay una creciente influencia de la ideología islámica extremista a través de grupos rebeldes, a pesar de que el Gobierno trabaja duro para limitar el radicalismo y se ha unido a la batalla contra Boko Haram en la región.

En el este del país, un puñado de pastores trabaja duro para traer la esperanza de Cristo a los pueblos indígenas de esa zona. En medio de constantes presiones sociales y amenazas ocasionales, viajan a lo largo y ancho de la región para compartir el evangelio con los no creyentes y para discipular a los cristianos que ahí se encuentran. Puertas Abiertas los visitó recientemente para animarlos y darles el apoyo necesario para su trabajo, esta vez en forma de motocicletas.

“Estoy extremadamente agradecido a Dios por esta moto”, dijo otro de los beneficiados, el pastor Jonas: “no es para mí, sino para la misión que Dios me ha confiado”

“Aquí sufrimos una persecución indirecta aquí”, dice, a lo que añade: “en el pasado, el cristianismo fue rechazado de forma categórica. Fue muy difícil al principio, pero Dios nos ha abierto las puertas, ¡y ahora las autoridades locales incluso nos han permitido construir una capilla! El siguiente paso es enseñar a los cristianos a cómo alcanzar a los no creyentes con el Evangelio”

“Los cristianos son insultados todos los días. Los lugareños lanzan piedras sobre nuestros tejados y contra nuestras puertas, y a veces los padres que matricularon a los niños en nuestras escuelas cristianas nos amenazan porque no quieren que enseñemos a sus hijos el Evangelio”.

Jonas ha empezado a trabajar recientemente en el Este, y su trabajo se vio gravemente obstaculizado cuando unos ladrones robaron su motocicleta. “Entraron en mi casa y robaron la moto y se llevaron mis paneles solares. Estuve realmente preocupado y angustiado. Pero entonces, Puertas Abiertas vino a apoyar nuestra misión. Ahora Dios ha avergonzado al diablo. ¡Dios siempre sorprende a sus siervos! Estoy feliz y aliviado, todo al mismo tiempo. ¡Que Dios les bendiga! Esta moto me ayudará mucho a llegar a la gente de mi área, que hasta ahora no ha oído ni entendido el Evangelio”.

Estos valiosos regalos en forma de motocicletas han sido posibles gracias a las generosas donaciones de los contribuyentes de Puertas Abiertas en todo el mundo.