Islámicos imitan a las iglesias pentecostales para atraer fieles

Una nueva forma de culto islámico se está fortaleciendo en Nigeria. La Sociedad Nasrul-Lahi-li Fathi (NASFAT) está utilizando la dinámica de las iglesias pentecostales para “modernizar” las reuniones en las que el Corán se lee entre gritos de “¡Alabado sea Alá!”.

El imán, que lleva miles de fieles reunidos a tiendas de campaña en la megaciudad de Lagos, enfatiza su mensaje con gritos fuertes, imitando el estilo pomposo que hasta entonces era característico de los predicadores evangélicos.

Los fieles, sentados en alfombras multicolores utilizados para la oración, levantan sus manos al cielo. Un desprevenido podría pensar que esto no es una mezquita.

La misión de la NASFAT es “desarrollar una sociedad musulmana iluminada, alimentada por una verdadera comprensión del islam, hacia la elevación y el bienestar de la humanidad”. La elección de las palabras muestra un cuidadoso intento de disipar la imagen de “radicalismo”.

El NASFAT es sólo uno de un número creciente de grupos que practican el llamado “islam carismático”, que surgió como una especie de respuesta al gran éxito del pentecostalismo en Nigeria, explica Ebenezer Obadare, profesor de sociología en la Universidad de Kansas.

Estos imanes son la introducción de “nuevas formas de oración y formas de proselitismo y repertorios musicales que se aproximan a las formas que normalmente se asocian únicamente con el cristianismo pentecostal”, dijo a la agencia France Press.

Además de las tradicionales reuniones de oración de los viernes, el día sagrado en el islam, llevan a cabo reuniones especiales cada domingo por la mañana. “El objetivo es optimizar el tiempo de ocio de las familias musulmanas”, explica NASFAT en su sitio web.

Aunque no admiten oficialmente que esta es una manera de evitar que los miembros de las mezquitas acepten cualquier invitación a los servicios dominicales en las iglesias vecinas.

La estrategia NASFAT y otros grupos islámicos “carismáticos” está tratando de ganar en especial a los nigerianos que no tienen una religión. Alrededor de la mitad de la población es cristiana y la otra mitad musulmana. Pero, como en todos los grupos religiosos, hay un gran número de “no practicantes”.

De hecho, a lo largo de suroeste de Nigeria, no es raro que las personas celebren festivales tanto musulmanes como cristianos. También, no es raro ver a un musulmán escuchar una canción religiosa, que habla de Dios de una manera genérica.