El juez W. Mitchell Nance aprobó una orden el 27 de abril, indicando que está éticamente obligado bajo el código judicial del estado, a rehusar casos que van en contra de su integridad personal. Él escribió que es “una cuestión de conciencia” que “bajo ninguna circunstancia” sería “el mejor interés del niño ser adoptado por una pareja homosexual”.
Su actitud ha causado polémica a nivel mundial. Ahora la objeción del juez podría ser visto como un “prejuicio personal”, que “plantea serios problemas sobre su idoneidad para un cargo en el futuro”, dijo un profesor defensor de LGBT. Según la mayoría de las investigaciones, sugieren que los niños de padres homosexuales y lesbianas les va peor que otros niños.
La Fundación de la Familia, un grupo con sede en Lexington que busca “fortalecer a las familias de Kentucky”, alabó la decisión del juez de Nance, diciendo: “Los jueces tienen el derecho de conciencia como todos los demás”.
“Si vamos a dejar que los jueces liberales escriban sus prejuicios personales y prejuicios en
la ley, como lo hemos hecho en los temas de matrimonio y la sexualidad, a continuación, en aras de la equidad, vamos a tener que permitir a los jueces con diferentes puntos de vista, a por lo menos abstenerse de participar en tales casos”, dijo el portavoz Martin Cothran en un comunicado de prensa.
