India.- John Allen Chau, de 26 años, murió después tras un ataque con flechas por parte de aborígenes sentineleses de las Islas Andaman, India. El joven había llegado a la recóndita isla de la India con el objetivo de convertir a los miembros de la tribu que la habitaban, y sabía que podía fallecer en su misión.
Chau era un joven aventurero, seguidor de un grupo cristiano, así como un técnico y explorador de emergencias en el área de emergencias médicas. Vivía en Vancouver, Washington, y se encontraba en un viaje misionero en la India que había planeado desde hacía tiempo.
Su fin era convertir a la tribu de Sentineleses, aborígenes que han vivido aislados desde hacía siglos y que se caracterizan por comportamientos hostiles hacia cualquier presencia ajena a su entorno. Por esta razón, la Isla Sentinel del Norte está restringida para turistas y visitantes por las leyes indias.
El diario en que Chau relató sus últimas vivencias hasta su encuentro con la tribu fue compartido por su madre al Washington Post.
En este, Chau reveló que supo que estaba en problemas desde su primer contacto con la tribu, por lo que intentó hablarles en su idioma, cantarles canciones religiosas, incluso intentó ofrecerles peces como regalo. Sin embargo, nada tuvo resultado.
“Grité: ‘Mi nombre es John, te amo y Jesús te ama'”, escribió en su diario.
Alarmados por la presencia de Chau, los aborígenes lo tomaron como una amenaza y le lanzaron flechas hasta acabar con su vida.
Los pescadores dijeron a la policía que la última vez que vieron con vida a Chau fue el viernes, fue a la mañana siguiente que vieron su cuerpo “ser arrastrado y luego enterrado”, relató Deepak Yadav, un alto oficial de la policía en Port Blair.
La familia de Chau publicó un mensaje en su cuenta de Instagram recordando a su hijo, quien, dicen, no sentía más que amor por los sentineleses.
Siete personas han sido arrestadas por ayudar a Chau a llegar hasta el sitio en el que encontraría su final, entre ellos, un amigo local que lo condujo a pesar de conocer lo peligrosos que eran los aborígenes.
La familia, sin embargo, ha dicho que perdona a los responsables del fallecimiento de su hijo, informó Efe.
Chau ya se había enfrentado antes al peligro durante diversas expediciones para predicar la palabra de Cristo, y había logrado sobrellevar situaciones complicadas en África y en Asia.