Por su parte, un gran análisis publicado en la revista The Journal of Nutrition, ha emitido la sugerencia de que un desayuno repleto de comida ayuda a evitar tomar otros bocados durante el día, lo que mantiene a raya el incremento de peso.
Mientras tanto, otra investigación, plasmada en la revista British Journal of Nutrition, declaraba que brincar el desayuno no afectaba a la ingesta de calorías en todo el día, pero, la gran parte de las hipótesis solamente eran observacionales y no podían explicar a ciencia cierta sobre los mecanismos que están detrás de la pérdida de peso.
Lo curioso del asunto es que un nuevo estudio, estructurado por la Universidad de Bath, Reino Unido, y publicada en la revista Journal of Physiology ha presentado los efectos metabólicos de saltarse el desayuno.
En el estudio, dirigido por Javier González, se ha visto cómo afecta el desayuno al metabolismo y a las células grasas de las personas.
La ciencia comienza con los experimentos sobre el desayuno
Siguiendo los mismos pasos que otros compañeros y con información del portal Muy Interesante, el equipo estudió los marcadores de salud cardiometabólica de los voluntarios, sus respuestas al apetito y su distribución de grasa corporal.
Los resultados determinaron que, en las personas delgadas, no desayunar durante 6 semanas elevaba la actividad de los genes para quemar grasa, mientras que en los sujetos con obesidad, las células de grasa no podían tomar tanta glucosa en respuesta a la insulina como lo hicieron las personas delgadas, lo cual los hacía menos adaptables el estilo de vida y tendía a afectarlos.
Al final, a pesar de todo, algunos de los investigadores invitaron a todas las personas a consumir alimentos para evitar serias afecciones al cuerpo humano, otros por el contrario dudaron que el desayuno fuera la comida más importante del día.
