Redacción, Veracidad News
El Instituto Mexicano del Seguro Social, dio a conocer que la población con hipertensión arterial en México es una de las más altas del mundo; esto, debido a que uno de cada tres mexicanos mayores de edad la padece.
La enfermedad provoca más de 50 mil muertes al año y registra siete millones de casos, debido a la falta de un diagnóstico oportuno y al desconocimiento de los factores de riesgo que pueden detonar que se eleve la presión.
José Ángel Cigarroa, jefe de la Clínica de Trasplantes y Asistencia Ventricular del Hospital de Cardiología de Siglo XXI, estimó que hasta 80% de la población vive con esta enfermedad silenciosa, que no da síntomas y está relacionada con el sobrepeso y obesidad.
El IMSS, aseguró que mantiene acciones preventivas a través del programa PREVENIMSS, con el objetivo de que la ciudadanía asegurada acuda a revisarse y en caso de presentar hipertensión, iniciar tratamiento de control, para evitar complicaciones que pueden provocar infarto agudo al miocardio, cardiopatía hipertensiva, insuficiencia cardiaca, aneurismas, accidente cerebrovascular e insuficiencia renal.
Además, puso en marcha el Modelo Preventivo de Enfermedades Crónicas, para combatirla y prevenirla junto con la diabetes y los cánceres de mama y próstata. Aplica el tratamiento integral de este nuevo modelo a los trabajadores, con el fin de que se realicen estudios de laboratorio, mediciones de glucosa y presión arterial, verificar su peso y talla, así como detección de tumores, además de orientarlos en alimentación saludable.
El cardiólogo del Instituto expuso que los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de hipertensión tienen que ver con el estilo de vida, tales como consumo de alimentos con exceso de sal y grasas, ingesta de alcohol, consumo de tabaco, estrés mal controlado, sedentarismo, obesidad, sobrepeso, edad y antecedentes familiares.
Cigarroa explicó que la presión sistólica (alta) es igual o superior a 140 milímetros de mercurio, unidad de medida para la presión; y la diastólica (baja), igual o superior a 90 milímetros de mercurio. Sin los niveles normales de presión, será deficiente el funcionamiento de órganos vitales como corazón, cerebro y riñones.