China National Offshore Oil Corporation obtuvo el martes dos contratos para extraer petróleo en las aguas profundas del Golfo de México. La firma participó en la cuarta subasta petrolera del país latinoamericano que ha estrenado su apertura energética con éxito. La incorporación de la compañía china a la industria mexicana ocurre cuando el país asiático mantiene una relación tensa con Estados Unidos, tras las elecciones en las que resultó ganador el magnate Donald Trump.
La petrolera apostó por los contratos en la región del Cinturón Plegado Perdido, ubicada en el norte del Golfo de México y a escasos kilómetros de la frontera marítima de México y Estados Unidos. La firma estatal estaba tan decidida a ganar el permiso de explotación que ofreció al Estado mexicano niveles de regalías hasta 10% superiores a los que el resto del mercado puso sobre la mesa. Era todo nada y la petrolera china prácticamente no tuvo competencia. Esta será la primera vez que la petrolera china invierta en México.
El ministro de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, dio la bienvenida a la petrolera china. ‘Si estos contratos consiguen que las relaciones con China se restablezcan, será una de las grandes aportaciones de la reforma energética’, dijo. México y China han tenido una relación tensa desde 2015, cuando el Gobierno mexicano canceló un contrato a una empresa china al detectar actos de corrupción en el proceso de selección.
En la cuarta subasta petrolera, el Gobierno asignó 8 de 10 contratos a grandes petroleras que comenzarán a trabajar en 2017 para extraer crudo de los yacimientos de aguas profundas. Además, Petróleos Mexicanos selló alianza con la firma australiana BHP Billiton para explotar el yacimiento de Trión en el golfo, del que se podrán obtener barriles en 2023.
