¿El chocolate dejará de existir?

Una vez más parece que no podemos dejar de arruinarlo todo y esta vez el resultado de nuestras acciones nos va a dejar sin uno de nuestros snacks favoritos: el chocolate (llora en silencio para que el resto de la oficina no se entere).

Llevamos año escuchando las advertencias de científicos, activistas y seres humanos con un poco de sentido común sobre el cambio climático y lo que eso significa para nuestro planeta (que es único e irremplazable, por lo menos hasta que Elon Musk encuentre la manera de llevarnos a todos a otro), y aunque a Trump le encante negarlo y además piense que porque algo tiene la palabra “calentamiento” en su nombre se refiere solo a calor y altas temperaturas, ya llegamos al punto en el que seguir diciendo que no existe, es como decir que la Tierra es plana o que no gira alrededor del Sol.

Ya hemos visto algunas de las consecuencias del cambio climático en forma de desastres naturales devastadores, más recientemente el huracán María en Puerto Rico, pero la realidad es que el cambio en el clima y las temperaturas extremas afectan a muchas más cosas que ni nos imaginábamos. De acuerdo con Business Insider, una de esas cosas es el chocolate, y si seguimos así, podría extinguirse en los próximos 40 años.

¿Amas las galletas con chispas de chocolate y los pasteles al estilo Matilda? Pues vete despidiendo de ellos o aprovecha para comer todos los que puedas, porque las plantas de cacao, que solo crecen en una temperatura y ambiente específicos, están siendo afectadas por el clima loco que estamos viviendo y los científicos han descubierto que están en peligro de extinción no solo por el cambio en la temperatura, sino también por un hongo destructivo que podría infectarlas a todas y acabar por destruirlas.

La buena noticia es que Mars, la compañía repsonsable de darnos los M&M´s, ya está trabajando en una solución. La compañía unió fuerzas con los científicos de UC Berkley para intentar crear una planta más resistente, usando tecnología de modificación genética, que pueda resistir diferentes temperaturas y alturas y que además sea menos vulnerable ante las plagas y enfermedades.

Si lo logran, probablemente tengamos chocolate para muchas décadas más, pero el proyecto apenas comienza y, como con todo, todavía no hay nada escrito.

Quedarnos sin chocolate no es lo peor del cambio climático, pero es una tragedia y podría hacer que, en el futuro, hablemos de las barras de Hershey´s, como lo hacemos de muchas otras cosas que marcaron nuestra infancia y lamentablemente hoy ya no existen, y que futuras generaciones no sepan lo increíblemente buena que puede, para tu estómago y tu salud mental, ser una taza de chocolate caliente, una dona con cobertura chocolatosa o una galleta llena de chispas recién salida del horno.