Proveniente del latín “radius”, la radio es un medio de comunicación masivo, el cual ha conseguido conservarse vigente a pesar de la manifestación de competidores más sofisticado, como la televisión y el contenido digital en general.
El físico alemán Heinrich Rudolf Hertz fue el primero que demostró que era posible la radiación utilizando una corriente alterna de alto voltaje que generaba chispas entre dos bolas de metal, a su vez, éstas producían una radiación electromagnética que se detectaba mediante un aro con una abertura.
En 1886 logró enviar el primer mensaje, por medio de una transferencia de energía en forma de chispa a unos cuantos metros. Ocho años más tarde, es decir, en 1894 el inglés Oliver Lodge y el ruso Alexander S. Popov, se interesaron por los experimentos de las ondas hertzianas; para el 24 de marzo de 1896 habían transmitido por radio en Morse las primeras palabras.
Sin embargo, fue el ingeniero eléctrico Guglielmo Marconi, el primero en encontrar a las teorías de Hertz una aplicación práctica: la radio. Por este motivo es considerado el inventor.
Su primer paso fue aplicarla a las transmisiones marítimas, y en 1897 envió a treinta kilómetros de distancia una señal que fue recibida por un remolcador. Años más tarde muchos buques navegaban equipados con el transmisor inalámbrico de Marconi, aunque el mensaje fuera codificado en Morse.
La primera emisión radiofónica para el público tuvo lugar en 1906 por el profesor Reginald Aubrey Fessenden, mediante una antena de 128 metros de altura.
En 1910 las investigaciones de los norteamericanos Henry H.C. Dunwoody y Greenleaf Whittier Pickard desembocaron en el invento del primer aparato de radio de la Historia. La “galena”, un cristal de sulfuro de plomo, asociado con otros elementos simples hizo posible que muchos aficionados pudieran construir sus propios aparatos de radio.
En 1917 el judío francés Lucien Lévy, consiguió que con sólo girar un botón se pudieran buscar las distintas emisoras de radio. En 1922 el norteamericano John M. Stone, creó la primera radio portátil, sin embargo, pesaba diez kilos y costaba ciento ochenta dólares.