Históricamente en nuestro país las prisiones son espacios oscuros en donde pasa de todo, expertos señalan que está lejos de ser un espacio para la reintegración social en donde inclusive se violan los derechos humanos de todo tipo.
Pero en el cereso de Cancún existe una zona que es única, una zona que parece ser una luz en la oscuridad…conocida como la Zona K.
Nick Velasco interno del centro pertenece a esta zona, y entre pasillos nos llevó hasta aquel lugar levantado por las manos de los mismos presos, quienes buscan un refugio espiritual. Nick nos contó cómo ha cambiado su vida después de entrar a la zona K, y para ello nos pidió permiso y abrió su biblia para expresar su sentir, escogió Corintios 1 versículos 27 y 28.
“Si no que de los necios del mundo escogió dios para avergonzar a los sabios, los débiles del mundo escogieron Dios para avergonzar a los fuertes. Lo vil del mundo y los menospreciados escogió Dios y lo que no es, para deshacer lo que es.” A nosotros nos han tomado de esta manera, pero ahora puedo reconocer que cristo nos ha cambiado.
Presos enseñando la palabra a otros presos, buscando mejorar su vida presente y dejando atrás el ayer. Una persona clave en este proyecto fue Vidal García, albañil de oficio, quien pidió ayuda en material y construyó este lugar, poco a poco conocido ahora como la “zona K”, lo hizo con otros internos interesados en el proyecto, pues este edificio no era parte original del penal. Y se prometió que sería un lugar dedicado al cambio de hábitos.
“aquí en esta área los cuidamos que no sigan metiéndose droga, alcohol, tepache. Es verdad que estamos en la cárcel. Pero aquí podemos alabar y glorificar el nombre de nuestro señor Jesucristo” nos aseguró con entusiasmo en el rostro.
En este lugar, Vidal encontró un refugio y también el amor. Lourdes López fue un día de visita a este espacio y se enamoró del proyecto y con el tiempo de Vidal García. Hoy es su esposa y mano derecha en el mejoramiento de esta zona K.
“esta área es una zona de rehabilitación la cual ayuda a muchos internos, porque vienen gente drogadicta, la cual vienen buscando ayuda, pero en este lugar más que nada se encuentra la ayuda de nuestro Dios, la cual alimenta espiritualmente a cada uno de nuestros internos, la relación humana que tenemos día a día les ayuda mucho, para poder estar más en armonía unidos como hermanos “, nos comentó Lourdes con una seguridad y alegría.
Nick Velasco, nuestro enlace para llegar y descubrir esta zona, llegó solo y abandonado a este espacio, y hoy es testigo de que los cambios son posibles, pero necesitan ayuda.
“muchas de las personas que están aquí han cambiado, dan su testimonio, dan palabras, ya cantan compartiendo ayudando a los demás, pero no tenemos cobertura de ninguna iglesia, nos mantenemos solos, nos faltan biblias y artículos de abarrotes para que se puedan sostener aquí”.
ser indiferentes con lo que pasa al interior de nuestros penales, sería darnos un balazo en el pie, porque construir y mejorar la situación de los internos es lograr una sociedad más fuerte, si está en tus posibilidades visita el penal en donde te encuentres y comparte tu tiempo y esfuerzo por lograr que por lo menos una persona de adentro consiga ganar una batalla por una vida mejor.
Con imágenes de Daniel Rodríguez e información de Noé Muñoz, Veracidad News.
