Cardiólogos dieron a conocer que el estrés, los malos hábitos alimenticios y la falta de ejercicio son los principales factores que aumentan el riesgo de sufrir un infarto.
Redacción, Veracidad News
En el marco del Día Mundial del Corazón, cardiólogos dieron a conocer que el estrés, los malos hábitos alimenticios y la falta de ejercicio son los principales factores que aumentan el riesgo de sufrir un infarto y los problemas cardiacos que, en su mayoría, se presentan en hombres de 40 años de edad.
Los especialistas revelaron que a nivel nacional un promedio de 110 mil muertes al año se registran por infarto al miocardio. Agregaron que cuando una persona lo sufre “una parte del corazón muere” y se afecta un cuarto o dos terceras partes del órgano, dependiendo de la magnitud del mismo. De acuerdo con las estadísticas, se estima que para 2025, la esperanza de vida será de 85 años.
Jesús Hernández, presidente del Colegio de Cardiólogos y Cirugía Cardiovascular del estado de Guerrero, en las consultas cotidianas ven a pacientes de entre 80, 85 y 90 años y a ese tipo de pacientes aun los pueden atender. Sin embargo, cada vez es más frecuente atender hombres de 40 años.
Agregó que otros factores como el tabaquismo, la hipertensión, diabetes, colesterol y triglicéridos también deben ser considerados. Por tanto, es muy importante acudir a revisiones periódicas, pues los síntomas de un paro cardiaco en hombres y mujeres son distintos y pueden confundirse con problemas gastrointestinales, es decir; dolor en la boca del estómago o dolor en el pecho.
Cabe mencionar que el infarto ocurre cuando el flujo de sangre que lleva oxígeno al corazón se bloquea, el miocardio queda privado de oxígeno y comienza a morir. Aunque los síntomas pueden variar de una persona a otra, las mujeres, adultos mayores y diabéticos tienen mayores probabilidades de presentar síntomas sutiles o inusuales, los cuales pueden incluir sudor frio, mareos y nauseas, entumecimiento, dolor u hormigueo en el brazo (por lo general el izquierdo), dificultad para respirar, debilidad o fatiga.
