Redacción, Veracidad News
Los parásitos intestinales se adhieren al intestino humano y provocan alteraciones especialmente en el sistema digestivo.
Atacan tanto a niños como adultos, aunque son mucho más frecuentes en los primeros. Se deben extremar las medidas de higiene, pues se trata de una infección altamente contagiosa.
Esta enfermedad se padece cuando se ingieren los huevos microscópicos de estos parásitos de manera involuntaria, generalmente se encuentran en las uñas o en las prendas de ropa de aquellas personas que tengan la infección.
Una vez ingeridos, llegan al intestino delgado, donde tiene lugar el nacimiento de las larvas que, posteriormente, se trasladan hasta el intestino grueso, y se convierten en lombrices adultas.
Cabe destacar que es posible que los parásitos no provoquen síntomas aparentes. Sin embargo cuando sí se manifiestan, los pacientes suelen presentar signos como los siguientes:
- Problemas digestivos, pérdida del apetito o náuseas.
- También puede haber presencia de diarrea y/o vómitos En algunos casos, pueden darse heces con sangre.
- Hinchazón y dolor abdominal, así como estreñimiento debido a la obstrucción de los intestinos.
- Picazón
- En casos más graves se puede presentar nerviosismo y pérdida de peso.
Además del tratamiento médico es importante evitar la reinfección y que otras personas se contagien; es esencial adoptar cuidados y medidas de higiene como:
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Mantener las uñas cortas y cuidadas.
- No tocarse la boca y la nariz con las manos.
- Cambiar y lavar la ropa de cama, toallas y la ropa interior de la persona infectada.
- Limpiar y desinfectar bien los inodoros para evitar contagios, así como los lugares que ha frecuentado la persona afectada.
