El FC Barcelona enfrenta un futuro incierto sin el que se supone que sería el heredero de Lionel Messi.
Neymar floreció junto con Messi durante cuatro temporadas y todo el mundo en Barcelona -ejecutivos, jugadores, hinchas- contaban con que el brasileño de 25 años se convertiría eventualmente en el líder del equipo luego que firmó una extensión de contrato hasta el 2021.
Ese plan quedó estropeado el miércoles cuando Neymar le dijo al club que quería irse. Su representante, Wagner Ribeiro, confirmó los rumores de que Paris Saint-Germain estaba listo para activar la cláusula de rescisión de contrato de 222 millones de euros (262 millones de dólares), más del doble de la transferencia más cara en la historia del fútbol.
La inminente salida de Neymar deja a Barcelona en la posición de tener una enorme cantidad extra de dinero y la clara necesidad de fortalecer un equipo envejecido que ha perdido ahora a su segundo mejor jugador y su proyectada estrella por años.
Neymar se presta a convertirse en un jugador aún mejor en el PSG que el que maravilló en el Camp Nou con su habilidad para regatear y anotar.
Los otros astros de Barcelona se acercan al crepúsculo de sus carreras. Aunque no ha aflojado nada, Messi tiene 30 años y entra en su 14ta campaña. El delantero Luis Suárez también tiene 30 y el mediocampista Andrés Iniesta tiene 33 y está en el último año de su contrato.
Iniesta considera a Neymar irremplazable, no importa cuánto dinero reciba el club. “No veo que 200 o 300 millones (de euros) sean más beneficiosos que contar con Neymar. Es uno de los mejores jugadores del mundo, nos está dando muchísimo”.
Loa partida de Neymar luego de cuatro temporadas y 10 trofeos rompe una de las unidades atacantes más poderosas en la historia. A Neymar y Messi se les sumó Suárez en el verano del 2014 y los tres se volvieron virtualmente imparables, anotando un récord de 122 goles en una campaña para llevar al Barsa a conquistar el triplete de la Liga de Campeones, La Liga española y la Copa del Rey.
La identidad actual de Barcelona está basada en una formación de 4-3-3 con un trío de atacantes en punta. Así que la prioridad muy probablemente sería adquirir a otro delantero de primera. Reportes en la prensa española vinculan al Barsa con Antoine Griezmann, del Atlético de Madrid; Ousmane Dembelé, del Borussia Dortmund; Philippe Coutinho, de Liverpool; y Paulo Dybala, de la Juventus.
Barcelona pudiera sentirse tentado también a entrar en la puja por el adolescente Kylian Mbappé, del Mónaco, que supone es codiciado por su rival Real Madrid.
El lujo de tener tres delanteros simultáneamente en la cancha dejó en ocasiones al Barsa expuesto en la zaga la campaña pasada, cuando anotó más goles que el Madrid pero perdió partidos claves que la costaron el título de la Liga y otros que contribuyeron a su salida de la Liga de Campeones en cuartos de final.
Barcelona ya estaba a la caza del mediocampista del PSG Marco Verratti dos años después de la partida de Xavi Hernández.
Barcelona tendrá que pagar precios inflados por otros jugadores luego de que el PSG estremeció el mercado y los potenciales vendedores saben que los catalanes tienen montones de efectivo. El club tiene además que enfrentar la realidad de que, en sus mejores momentos, Neymar solamente es comparable con Messi y Cristiano Ronaldo, el astro madridista. El mercado cierra al final del mes. (D)
