Como parte de la prosecución, la policía demolió el edificio, decenas de miembros fueron golpeados y detenidos. Ocho de ellos todavía están en custodia de las autoridades.
Oficialmente, el Partido Comunista ordenó la demolición del sitio después de que la estructura de la iglesia se etiquetó de ilegal “estructura ilegal”. Hay informes de que, además de la agresión, confiscaron las pertenencias de los cristianos, incluyendo sus teléfonos y joyas. Dentro del edificio, dañaron los armarios, romperon las cajas de suministro y robaron las computadoras portátiles, así como todo el dinero que encontraron.
Según China Aid, el gobierno también afirma que la demolición fue el resultado de la negativa de la Iglesia a pagar 4.000 yuanes (alrededor de US $ 2000) como parte de la “tasa de uso de una autopista” que lleva a la calle donde estaba el templo.
El pastor trató de negociar con los funcionarios del gobierno en un intento de remediar este problema. A principios de mayo, Zhang fue llamado para ser interrogado y, finalmente arrestado bajo falsas acusaciones de asalto a la policía, limitar la libertad de los demás y atacar a un representante del pueblo.
