Una furgoneta ha arrollado esta tarde a varias personas en La Rambla de Barcelona, provocando al menos una decena de víctimas mortales y numerosos heridos. Los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica, ha confirmado que se trata de un ataque terrorista coordinado. Paralelamente, dos personas se han atrincherado en un bar del Raval, hasta donde les ha seguido la policía.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hablado por teléfono con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y con los líderes de los partidos de la oposición tras el atropello. Un gabinete de crisis, compuesto por las autoridades autonómicas, la delegación del Gobierno, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil, se reunirá en Barcelona para estudiar la situación. El Departamento de Estado norteamericano ha enviado una alerta a los ciudadanos estadounidenses instándoles a evitar la zona.
La Rambla está ahora acordonada, además de las principales calles adyacentes. Los establecimientos comerciales y restaurantes han sido cerrados y también se ha paralizado el transporte público de metro, autobuses, Ferrocarriles de la Generalitat y Renfe. Las estaciones de Renfe de la plaza Cataluña y Paseo de Gràcia han sido desalojadas y cerradas al público a raíz del atropello.
Las escenas en la calle son de caos: gente encerrada en bares y negocios con la persiana bajada y, en la zona del atropello, numerosos cuerpos esparcidos por el suelo, muchos de ellos inmóviles. Fuentes policiales aseguran que dentro de la furgoneta del atropello se ha encontrado un pasaporte español, cuyo propietario es de Melilla. Una segunda furgoneta, alquilada por los supuestos autores del atropello, ha sido encontrada en la localidad de Vich.
