El año Jubileo o también conocido como año sabático

Redacción, Veracidad News

El año Jubileo o también conocido como año sabático, tenía lugar al finalizar un período de 7 veces 7 años, es decir, cada 50 años, y se anunciaba con toque de trompetas.

Proveniente del hebreo Yobel, que significa trompeta, hace referencia al cuerno del cordero utilizado como instrumento sonoro que servía para anunciar un año excepcional dedicado a Dios.

Este acontecimiento está descrito en el capítulo 25, del libro de Levítico, versículos del 8 al 10; “Y contarás siete sábados de años, siete veces siete años, de modo que venga a ser tiempo de siete sábados de años, es decir, cuarenta y nueve años. Entonces harás tocar fuertemente el cuerno del carnero en el séptimo mes, el día diez del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra. Y santificaréis el año cincuenta, y proclamaréis libertad por toda la tierra para todos sus habitantes. Os será Jubileo; y cada uno de vosotros volverá a su posesión, y cada cual volverá a su familia”.

Era caracterizado por la prohibición de sembrar y cosechar; solo se comería lo que la tierra produjera espontáneamente, “El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis los rebrotes de vuestra siega anterior, ni vendimiaréis sus viñedos no podados. Porque es jubileo; será santo a vosotros. El producto del campo comeréis”. Levítico 25:11-12.

Además, de la liberación de todos los esclavos israelitas, “Y si tu hermano empobrece, estando junto a ti, y se vende a ti, no le harás servir como esclavo. Como jornalero, como peregrino, estará a tu lado; hasta el año del jubileo servirá a tu lado. Entonces saldrá libre de ti, él y sus hijos consigo, y volverá a su propia familia y regresará a la posesión de sus antepasados”. Levítico 25:39-41.

En parte, Dios estableció el año del Jubileo para evitar que los israelitas oprimieran a sus hermanos “Y no os maltrataréis uno a otro, sino que temeréis a vuestro Dios, pues yo soy Yahweh vuestro Dios”. Levítico 25:17.

Mediante el jubileo se conservaba cierto equilibrio económico, evitando el latifundismo y la acumulación de riquezas por unos, mientras otros quedaban desposeídos. También era ocasión para intensificar la instrucción de la juventud en la ley de Dios y en el temor de su nombre.

“La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es, pues vosotros sois para conmigo extranjeros y peregrinos”. Levítico 25:23.