¡Atención! Los audífonos pueden dañar tus oídos

Vivimos en una gran ciudad, eso significa que pasamos el 75 por ciento del día con audífonos. Escuchamos podcasts en el metro y listas de reproducción de Spotify para mantenernos concentrados con todo el caos de la oficina abierta en la que trabajamos. Después de trabajar hacemos ejercicio al compás de la música electrónica, y luego nos vamos a casa y escuchamos la radio. Al final del día, para pasar la noche, vemos Netflix y, para no molestar al roomie, nos volvemos a poner los audífonos y nos acurrucamos con la laptop. Mientras te quitas los audífonos con incrustaciones de sudor y los pones en la mesita de noche, te preguntas: ¿Estaré dañando mi audición al pasar la mayor parte del día con audífonos?

¿Qué tipo de sonidos te llevan a la pérdida de audición?

En 2015, la Organización Mundial de la Salud emitió un comunicado, advirtiendo que 1,100 millones de jóvenes corren el riesgo de perder la audición permanente debido a la música alta de los dispositivos personales y los niveles de decibeles en los eventos. La OMS analizó datos de estudios en “países de ingresos medios y altos” y descubrió que casi el 50 por ciento de los residentes de 12 a 35 estuvieron expuestos a niveles de ruido inseguros de dispositivos personales, como teléfonos inteligentes y iPods, y el 40 por ciento recibió un daño potencial en lugares como bares, discotecas, estadios deportivos y espacios de conciertos.

¿Qué tan alto es demasiado alto? La OMS dijo que los niveles de ruido de más de 85 decibeles eran peligrosos durante ocho horas, y que los 100 decibeles no deberían durar más de 15 minutos.

“No hay pruebas o mediciones específicas para los audífonos, pero las reglas son las mismas”, dice Richard Nass, especialista en oído, nariz y garganta y profesor asociado clínico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.

La proximidad de la fuente de ruido no se considera un factor para la pérdida de audición; los principales factores son el nivel y la duración de los decibeles, dice Nass.

“Yo diría que 80 [decibeles] es el límite” de cuando una persona debería dejar de estar expuesto, agregó Nass.

Los ejemplos de ruidos que alcanzan los 80 decibeles son: licuadoras, trituradores de basura, fábricas o trenes de carga que pasan de 15 metros de distancia. Los sonidos a nivel de cien decibeles incluyen: motocicletas, tractores agrícolas, martillos neumáticos de cerca, o aviones que aterrizan a una milla náutica de distancia. Así que, si te gusta escuchar cierto tipo de música, como thrash metal, debes bajarle el volumen o tener un límite de tiempo para escucharla. Un MP3 al máximo volumen a través de audífonos puede alcanzar 105 decibeles .

Además, como la mayoría de los sistemas corporales, el sistema auditivo tiene formas de avisarte que está en apuros: si escuchas un zumbido en los oídos o un cambio de umbral temporal –una pérdida de audición a corto plazo después de exponerte a un ruido fuerte– te estás excediendo.