Aumenta tensión en medio oriente por Arabia Saudita

En los últimos días ha surgido una preocupación en Medio Oriente debido a las decisiones que se han tomado en Arabia Saudita.

Redacción, Veracidad News

En los últimos días ha surgido una preocupación en Medio Oriente debido a las decisiones que se han tomado en Arabia Saudita.

El príncipe, Mohamed bin Salmán, ordenó recientemente el arresto de once príncipes de la familia real y casi doscientos miembros de la élite empresarial saudita. Además, el heredero de 32 años ha comenzado a quitarles poder a los clérigos conservadores del reino.

Ha impuesto un bloqueo a Catar, acusó a Irán de actos de guerra y alentó la renuncia del primer ministro de Líbano. En Yemen, sus fuerzas armadas combaten a una facción alineada con Irán en una complicada guerra que ha creado una crisis humanitaria.

Nerviosos por sus planes, los inversionistas, han comenzado a sacar su dinero del reino. Ante ello, el príncipe ha buscado contrarrestar la fuga de capitales presionando a los detenidos y a otros para que entreguen sus activos.

El gobierno pide grandes sumas de dinero a cambio de un mejor trato, de acuerdo con los socios de la familia real y lo que informaron a un funcionario estadounidense sobre las medidas extremas.

Aunado a esto, había solicitado a algunos invertir en su programa de modernización. Pero hay quienes se han quejado de que sus planes no estaban bien concebidos y eran muy exagerados, así que en lugar de invertir en casa movieron sus activos al extranjero.

En su defensa, personas cercanas a él dicen que simplemente está tomando las medidas drásticas necesarias para cambiar la economía del reino. Sin embargo, hay algunas en el Departamento de Estado, el Pentágono y las agencias de inteligencia estadounidenses que temen que su impulsividad pueda obstaculizar sus propios objetivos y desestabilizar la región.

Con la caída del precio del petróleo en los últimos años, Arabia Saudita ha congelado proyectos y ha gastado más de un tercio de sus reservas financieras, reduciéndolas a cerca de 475,000 millones de dólares. A esa velocidad de gasto, al reino le quedan pocos años para elevar sus ingresos o recortar sus gastos y así evitar una crisis financiera.