En un principio el mandatario lo lleno de elogios y lo presentó como “el mejor vicepresidente que Estados Unidos ha tenido jamás” como “un león de la historia americana”. Después llegó la sorpresa: “Por su fe en sus compañeros estadounidenses, por su amor por el país y por su vida de servicio que perdurará a través de las generaciones, me complace concederle el más alto honor civil de nuestra nación, la Medalla Presidencial de la Libertad”, dijo el presidente de Estados Unidos Barack Obama , al presentar el más alto reconocimiento civil del país a su segundo, Joe Biden. Entonces, todo fue emoción, lágrimas y aplausos.
“Este honor no sólo está más allá de lo que merezco, sino que es un reflejo de la grandeza y generosidad de su espíritu”, dijo Biden sobre el mandatario. “No lo merezco, pero sé que viene del corazón del presidente”, añadió, con lágrimas en sus ojos, en una de las escenas que quedarán en la memoria de esta semana de despedidas en la Casa Blanca, que a partir del 20 de enero será habitada por el nuevo mandatario, Donald Trump .
Biden aceptó profundamente conmovido el tributo, la Medalla Presidencia de la Libertad y aseguró: “Soy parte del viaje de un hombre extraordinario”.
