Equidad de género en los medios de comunicación

Redacción, Veracidad News

Los medios de comunicación entran diariamente a nuestros hogares, desgraciadamente, condicionando nuestra manera de ver el mundo. Se han convertido en reproductores y creadores de los modelos femeninos y masculinos, es decir, de lo que social y culturalmente es considerado adecuado del ser mujer y hombre.

Un ejemplo de ello es que las mujeres siguen siendo representadas (en la mayoría de los casos) como amas de casa, objetos de placer masculino y seres cuyo valor se mide por el aspecto físico. También los hombres, en general, se muestran siguiendo estereotipos como la fuerza, la dominación, la acción y la incapacidad de ocuparse del cuidado familiar.

De acuerdo con la Plataforma de Acción de Beijing, 189 Estados miembros de la ONU reconocieron el papel importante que juegan los medios de comunicación en la representación de las mujeres.

Entre las doce áreas de preocupación de la Plataforma sobresale el apartado titulado “La mujer y los medios de comunicación”, en el cual se hace referencia a la ausencia de las mujeres en los medios, sobre todo en los cargos directivos.

Además, pone en evidencia como dichos medios siguen trasmitiendo una imagen muy degradante de las mujeres. Específicamente, las televisoras, tanto públicas como privadas, responden a las leyes del mercado en la búsqueda de audiencia y ganancia económica.

Asimismo se destaca la ausencia de las mujeres en los ámbitos informativos de las televisiones. Pero, los números revelan algo más que la ausencia. El androcentrismo que estructura la sociedad acostumbra a todos y a todas a considerar lo masculino como el universal, como el término representativo del “todo”. Esto se refiere a que cuando se hable de los asuntos que conciernen al conjunto de la sociedad, parezca normal que sean hombres los que protagonizan la noticia, en representación también de las mujeres.

Ellas, en cambio, son adecuadas para transmitir mensajes que tienen que ver con los “asuntos de mujeres”. Estadísticas muestran que las féminas, cuando aparecen en la tele, lo hacen en determinados sectores mientras que hay otros que les resultan prácticamente inaccesibles. Los datos demuestran claramente que la política y la economía, marcadamente públicas, son reservadas a los hombres mientras que a las mujeres les competen la enseñanza, la salud y los temas sociales.