Tras el reciente descubrimiento de tocones de árboles fosilizados en una montaña en la Antártida, un geólogo cristiano señala la evidencia que confirma el relato bíblico del diluvio.
Los geólogos de la Universidad de Wisconsin en (EEUU), Erik Gulbranson y John Isbell, encontraron los árboles fosilizados mientras realizaban investigaciones en una ladera cubierta de hielo. En total, recogieron fragmentos de 13 árboles.
Escribiendo para el Instituto de Investigación de Creación (ICR, por sus siglas en inglés), Clarey afirma que esta evidencia no sorprende a aquellos que conocen la Palabra de Dios.
“Los árboles fueron encontrados en los Montes Transantárticos de la Antártica e incluyen una mezcla de árboles de hojas perennes, árboles deciduos y ginkgos. Este descubrimiento no debe ser ninguna sorpresa para aquellos que toman Génesis como una historia literal “,expresó el geólogo.
Los fósiles descubiertos revelan que los árboles tienen más de 260 millones de años, revelando que este bosque creció al final del período permiano, antes de los primeros dinosaurios. “Este bosque es un vislumbre de la vida antes de la extinción, ayudándonos a entender lo que causó el evento”, dijo Gulbranson.
“El período del Permiano terminó hace 251 millones de años en la mayor extinción masiva de la historia, ya que la Tierra se transformó rápidamente de una nevera para las condiciones de invernadero “, explica el informe de la Universidad de Wisconsin.
Los científicos seculares no están seguros de lo que desencadenó el evento de extinción al final del Período Permiano, pero Clarey cree que la calamidad que enterró los árboles en la Antártida fue el Gran diluvio descrito en Génesis.
“La Biblia describe claramente un diluvio global que afectó a todas las masas de tierra por qué la Antártida debería ser una excepción”, comentó el investigador.
Como los árboles no pueden sobrevivir al actual clima frío de la Antártica, el descubrimiento de los fósiles indica que las condiciones climáticas del continente eran más cálidas y húmedas en el pasado. Esta evidencia se alía con la visión de que el clima de la Tierra era más caliente y más ameno antes de la Gran Inundación.
Aunque Gulbranson e Isbell creen que los árboles recién descubiertos tienen millones de años, Clarey dice que los fósiles “cuentan una historia diferente y mucho más reciente, que encaja en el relato bíblico de una inundación global hace sólo miles de años”.
“Estos árboles fueron enterrados rápidamente durante el Diluvio global descrito en Génesis”, el geólogo cristiano argumenta. “Los animales y plantas tropicales fueron atrapados y rápidamente enterrados en las cenizas, lodos y arena que los soterraron en este evento cataclísmico. Estos fósiles nos recuerdan que la Palabra de Dios es verdadera
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