Un grupo de evangelistas salieron a las calles de Washington durante la “Marcha de Mujeres en Washington”, que era parte de un movimiento contra el presidente Donald Trump. Uno de los objetivos de los manifestantes estaba la defensa del aborto financiado por el gobierno y más derechos para la población LGBT.
Cuando unos 10 evangelistas comenzaron a predicar, llamaron la atención del público sobre la necesidad de arrepentirse por estar a favor del aborto y el estilo de vida homosexual, esto provocó enojo en los manifestantes pues se sintieron insultados y terminaron golpeando a los evangelistas.
De acuerdo con Christian Post, las mujeres los amenazaron, los escupieron y llegaron hasta córtale el cable de un micrófono a uno de ellos. A lo largo de Pennsylvania Avenue, donde se encuentra la Casa Blanca, los predicadores se fueron posicionando. Algunos estaban solos, mientras que otros estaban con un grupo de intercesores y seguidores. Varios de ellos sostenían carteles con el mismo mensaje que anunciaban por megáfonos o altavoces pequeños.
Los evangelistas dicen que todo el mundo tiene el derecho a manifestarse. Si ellos marcharon defendiendo su bandera de “derechos de la mujer” y pidiendo “respeto”, ellos también debían tener la libertad de decir en que no estaba de acuerdo.
Otro grupo de predicadores callejeros, que estaban cerca de la intersección de la calle 15th, también se enfrentaron a la oposición de los manifestantes. Uno de ellos llevaba una gran cruz que decía: “Arrepiéntanse y crean”. El evangelista Michael Corral, miembro de la Iglesia Bautista de Capitol Hill, Washington, dijo: “Ellos rechazan [nuestro mensaje pro-vida] porque somos cristianos.
Pero la ciencia finalmente ha demostrado que el mensaje cristiano desde la concepción somos seres humanos. La ciencia dice claramente que desde la concepción somos una sola persona”.
