Su práctica es considerada arte; combina la equitación con diversas formas de jaripeo, actividades ecuestres y formas tradicionales de la ganadería, por ello y mucho más la charrería es motivo de orgullo y tradición mexicana.
En esta joya de aguas cristalinas es posible apreciar este asombro acto; el parque Xcaret cuenta con charros que tiene poco más de 20 años de trayectoria, tal es el caso de Sinforiano Bacab, quien aseguró que la charrería más allá de su labora es un modo de vida.
En este país tricolor, la charrería es considerada como deporte nacional desde que fue registrada en la Comisión Nacional del Deporte. Se realiza en “Lienzos Charros” que son instalaciones especialmente diseñadas para su práctica junto con un caballo y un jinete denominado “charro”.
Las raíces de este deporte nacional surgieron en los estados de Hidalgo y Jalisco, convirtiéndose en una de las tradiciones mexicanas más representativas alrededor del planeta. De acuerdo con las palabras de estos charros caribeños, el elemento más importante del espectáculo es el caballo, por ello es de suma importancia su cuidado, protección y ante todo darles mucho afecto a sus fieles compañeros en el ruedo.
Con respecto a los orígenes del traje de charro, provienen de la misma actividad en el campo, con el transcurso de los años su vestimenta se fue adaptado al deporte, entre sus variedades se encuentran desde los trajes de faena hasta los de gala, entre otros.
El lado femenino también se hace notar en el ruedo, no sólo por su belleza y el atractivo colorido de sus típicos vestidos, sino por su destreza y feminidad a la hora de domar un caballo.
Si a usted le interesa saber un poco más sobre esta práctica con sabor a México puede visitar las instalaciones del parque Xcaret, donde a diario más de 10 charros y escaramuzas ofrecen un espectáculo inolvidable.
Con imágenes de Raymundo Labastida e información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
