Lady Gaga responde en su cuenta de instagram: “Dios no cambia según las tendencias, y su perdón no hace distinción entre creyentes”.
Por: Vanessa Ordoñez, Veracidad News
El pasado de 10 mayo Mauricio Artieda, un sitio web, explicó que la editora de la versión en inglés de dicho portal, no tenía por objeto ofender ni despreciar el gesto de la cantante Lady Gaga, después de que esta última publicó una foto de un sacerdote, expresando empatía por el clérigo, citando parte de lo dicho por él acerca de la eucaristía.
Esto después de que la editora Becky Roach escribiera “¿qué debe hacer un católico en estas situaciones? Muchas celebridades comparten pasajes de la Biblia, citan a sacerdotes, y cantan música cristiana mientras al mismo tiempo tienen un estilo de vida mundano (propio de la Hollywood) alejado de valores cristianos como la modestia y la pureza”.
A lo que la cantante respondió explicando el pasaje bíblico en el que María Magdalena enjuga los pies de Cristo con sus lágrimas y cabello. A través de su cuenta en Instagram dijo lo siguiente: “Nosotros no somos solo `celebridades´, somos seres humanos y pecadores, hijos, y nuestras vidas no están vacías de valores porque luchamos. Nosotros somos igualmente perdonados como nuestros prójimos. Dios no cambia según las tendencias, y su perdón no hace distinción entre creyentes”.
Si bien la cantante acertadamente da a entender que Dios no es una cuestión de moda y que no hace distinción en el perdón, la Biblia expresa que “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8 RVR), menciona también en Romanos 2:11 que “no hay acepción de personas para con Dios”. Pero también es importante no olvidar que Pablo hace la siguiente invitación “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a vuestro Dios… No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” en el libro de Romanos 12: versículos 1 y 2; expresando que nuestro afán no debe centrarse en obtener beneficios propios de este mundo, ni vivir de la forma que en la que se vive en esta tierra, sino procurar presentarnos delante de Dios de forma que lo agrademos a Él.
