Los trastornos de ansiedad son uno de los trastornos psicológicos más comunes en la población, de acuerdo con el Instituto de Neurociencias, Investigación y Desarrollo Emocional (Incide), al menos 14.3 por ciento de los mexicanos padecen trastorno de ansiedad generalizada.
Este estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Aunque existen diversos tratamientos para atender este problema, no hay otro más efectivo que leer las Escrituras.
Aunque algunos escépticos no lo crean, entre las páginas de la Biblia se encuentran una infinidad de sabios consejos inspirados por Dios que brindarán tranquilidad y paz a quienes los lean.
Pueden existir muchas razones para experimentar ansiedad, pero tenemos una bendición obsequiada por Dios que son los textos bíblicos. Nuestro Señor desde tiempos inmemoriales a ayudado a quienes más lo necesitan en situaciones difíciles.
Un ejemplo de ello es el apóstol Pablo quien sintió “inquietud por todas las congregaciones”, hizo todo lo que pudo por animar a aquellos por quienes estaba preocupado (2 Corintios 11:28). En ese sentido, su ansiedad fue una ventaja gracias a Dios, pues lo motivó a ayudar a otros. Lo mismo podemos hacer nosotros, ya que no mostrar interés o ser indiferentes sería una señal de falta de amor por los demás (Proverbios 17:17).
Las preocupaciones que nos agobian pueden derivar de diversas razones las más comunes son cuestiones económicas, laborales, e incluso hay quienes tienen ansiedad por lo que hicieron en el pasado o vendrá en el futuro.
La ayuda idónea para combatir todos esos males es la Palabra del Señor, Dios por medio de la Escritura dará una palabra de aliento que anime al necesitado (Proverbios 12:25).
1 Pedro 5:7 : “ Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”, (versión Reina Valera 1960).
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
