El hambre está amenazando de manera creciente la vida de millones de niños en el mundo. Sudán del Sur, Nigeria, Somalia, Yemen son solo algunos de los países en los que la desnutrición infantil ha alcanzado niveles muy preocupantes.
Con base a datos arrojados por el más reciente informe de por la Organización de las Naciones Unida para la Alimentación y la Agricultura, poco mas de 124 millones de personas en 51 países se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria aguda en 2017, 11 millones más que el año anterior, según la última edición del Informe mundial sobre crisis alimentarias.
Este aumento se debe en gran parte a los conflictos nuevos o que se han intensificado en Myanmar, el noreste de Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Yemen. Las sequías prolongadas resultaron también en malas cosechas consecutivas en países ya enfrentados a niveles elevados de inseguridad alimentaria y malnutrición en África oriental y austral.
Los desastres climáticos, principalmente la sequía son también factores importantes en el origen de crisis alimentarias en 23 países; dos tercios de ellas en África y fueron responsables de la inseguridad alimentaria aguda de unos 39 millones de personas.
Ante esta situación el Secretario General de las Naciones Unidas, António Gutiérrez, indicó que: “informes como este nos brindan datos y análisis vitales para comprender mejor el desafío. Ahora depende de nosotros tomar medidas para atender las necesidades de quienes se enfrentan el azote diario del hambre y abordar sus causas profundas”.
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