¿A Yahweh le gusta el chisme?

La palabra hebrea traducida como “chismoso” en el Antiguo Testamento es definida como alguien que revela secretos que suceden a su alrededor como un chismoso o traficante de chismorreos.

Este es alguien que le saca secretos a la gente, acerca de ellos mismos y de sus familias, y luego va repitiéndolos de casa en casa, ocasionando grandes perjuicios para aquellos cuyos secretos le fueron confiados, así como para aquellos a quienes se los cuenta, y también para sí mismo.

El chisme se distingue de compartir información por su intención. El traficante de chismorreos tiene como su meta edificarse a sí mismo por medio de hacer ver mal a los demás y por exaltar su gran conocimiento sobre ellos.

Un grupo que era comúnmente conocido por consentir este tipo de comportamiento pecaminoso son las viudas. En el libro de Timoteo previene a las viudas en contra del entretenido hábito del chisme y de estar ociosas.

1 Timoteo 5:13: “Y a la vez aprenden a ser ociosas , andando de casa en casa; y no solamente ociosas; sino también chismosas y entrometidas, hablando lo que no debieran”.

Las Escrituras nos dicen que el hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos. Proverbios 20:19: “El que anda de chismoso divulgando secretos; por tanto no te asocies con el que siempre tiene los labios abiertos”.

Aquellos que se involucran en este comportamiento no hacen sino provocar dificultades y causar ira y amarguras, sin mencionar las heridas entre amigos. Tristemente, algunas personas se benefician con esto y buscan oportunidades para destruir a otros.

Antes de cometer este pecado, debería recordar que al Mesías no se le escapa ningún detalle y otorga castigo al culpable.

Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.