Fuerte tormenta magnética afectará a la Tierra

A partir de este viernes, se registrará  en la Tierra una tormenta magnética que durará hasta el sábado 14 de octubre, y que se advierte puede ocasionar fallas en los dispositivos electrónicos, instalaciones de comunicación y provocar un repunte de diversos accidentes.

El Centro Meteorológico de Rusia lanzó que se extremen las medidas de seguridad durante este periodo que dure la tormenta magnética, ante los peligros que puede ocasionar en algunas personas que conduzcan o que simplemente se presenten accidentes que se puedan evitar con la difusión de estos datos.

De acuerdo al comunicado de los rusos, la tormenta magnética llegará a este planeta el próximo viernes 13  y durará hasta el 14 de este mes.

El centro meteorológico ruso (Fobos) comunicó que: “En los próximos días la Tierra llegará a una nueva parte del viento solar que se convertirá en la próxima tormenta magnética (…) El 15 de octubre se espera la magnetosfera de la Tierra perturbada”.

Las investigaciones llevan a realizar varias recomendaciones a la población que en muchas veces es incrédula ante los efectos de una tormenta magnética, y el centro señala que el efecto del campo magnético puede conducir a fallas en el funcionamiento de los dispositivos electrónicos, en particular, las instalaciones de comunicación y aumenta el riesgo de accidentes.

Es importante mencionar que las tormentas magnéticas en la Tierra tienen presencia desde el pasado 6 de septiembre, cuando nuestro planeta alcanzó los primeros estallidos de plasma solar, siguiendo una serie de poderosas llamaradas sobre el Sol.

Una explosión inesperadamente fuerte en el Sol golpeó Marte hace unas semanas, y fue observada por misiones de la NASA en la órbita y en superficie.

“El conjunto distribuido de misiones científicas de la NASA están en el lugar correcto para detectar la actividad del Sol y examinar los efectos de tales eventos solares en Marte como nunca antes había sido posible”, dijo el científico del Programa MAVEN Elsayed Talaat, científico del programa en la Sede de la NASA en Washington.

El evento solar del 11 de Septiembre de 2017 provocó una aurora global en Marte más de 25 veces más brillante que cualquiera vista anteriormente por el orbitador MAVEN, que ha estado estudiando la interacción de la atmósfera marciana con el viento solar desde 2014.

Produjo niveles de radiación en la superficie de más del doble de cualquier medida tomada previamente por el detector RAD a bordo del rover Curiosity, desde el aterrizaje de esa misión en 2012. Las altas lecturas duraron más de dos días.

Curiosamente, se produjo durante lo que normalmente es un período de habitual calma en el Sol en su ciclo de 11 años de manchas solares y actividad de tormentas. Este evento fue lo suficientemente grande como para ser detectado en la Tierra también, a pesar de que la Tierra estaba en el lado opuesto del Sol respecto a Marte.

“El ciclo solar actual ha sido extraño, con menos actividad que de costumbre durante el pico, y ahora tenemos este gran evento cuando nos acercamos al mínimo solar”, dijo Sonal Jain, de la Universidad de Colorado Boulder, y miembro del equipo científico de MAVEN.

“Este es exactamente el tipo de evento para cuyo estudio ambas misiones fueron diseñadas, y es el más grande que hemos visto hasta ahora en la superficie”, dijo el investigador principal de RAD, Don Hassler, del Instituto de Investigación del Suroeste. “Esto mejorará nuestra comprensión de cómo tales eventos solares afectan el ambiente marciano, desde la parte superior de la atmósfera hasta la superficie”.

Los hallazgos de RAD fortalecen la comprensión del impacto de la radiación en la habitabilidad de Marte, un objetivo clave de la misión Curiosity. La NASA también está utilizando las conclusiones de RAD para planificar la seguridad de las futuras misiones tripuladas humanas en Marte. Los acontecimientos solares altamente energéticos pueden aumentar perceptiblemente la radiación que penetra a través de la atmósfera a la superficie de Marte. El aumento de la radiación también interactúa con la atmósfera para producir partículas secundarias adicionales, que necesitan ser comprendidas y protegidas para garantizar la seguridad de los futuros exploradores humanos.