Dejar llorar a bebés produce daños neurológicos: estudio

No hay nada más desesperante que ver a un bebé llorar sin parar y que no puedas hacer nada para calmarlo. Pues, al descubrir los daños que puede sufrir el pequeño, según demuestran algunas investigaciones médicas, la situación puede ser aún más estresante.

De acuerdo a Psychology Today, dejar que los bebés se angustien es una práctica que puede afectar sus capacidades relacionales de muchas maneras a largo plazo. Ahora se sabe con mayor certeza que el llanto prolongado los hará menos inteligentes, más ansiosos, incooperativos y personas alienadas que puedan pasar los mismos rasgos (o peores) a la próxima generación.

Las investigaciones han demostrado que la liberación de hormonas al momento del llanto puede dañar sus neuronas y afectar seriamente la memoria del bebé.

Fabienne Becker-Stoll, directora del Instituto de Pedagogía infantil de Baviera, explica al Süddeutsche Zeitung: “Los niños necesitan calor físico para satisfacer sus necesidades psíquicas elementales y reducir su estrés. Solo de esta forma pueden construir vínculos seguros y confiados con sus padres, y después con las demás personas de su entorno”.

Al dejar que lloren, éstos pueden quedar traumatizados, pues la falta de reacción por parte de sus progenitores significa para ellos: “Puedes llorar todo el tiempo que quieras; nadie va a venir a ayudarte”. Y esto acaba frecuentemente en traumas afectivos, problemas de sueño, ansiedad, dependencia y síntomas depresivos.

¿Qué hacer para que dejen de llorar?

Los problemas estomacales pueden causar muchos ataques de llanto. Si tu bebé se pone irritable justo después de comer, quizá tenga dolor de estómago. Las gotas antigases preparadas con un té que facilite la digestión y bicarbonato de sodio puede ser un buen remedio para los cólicos.

Cuando tienen sueño, en lugar de quedarse dormidos, los bebés pueden ponerse irritables y llorar, especialmente si están muy cansados. En estos casos, es mejor que los ayudes a dormir desde que detectas el primer bostezo.

La mayoría de los padres han podido comprobar en alguna ocasión el poder relajante del agua. Por eso los expertos recomiendan utilizar este método en caso de que el bebé esté sobreestimulado o intranquilo.