Fue hijo de Jair y primo de Ester, a quien crió como hija, cuando ésta se quedó sin sus padres.
Redacción, Veracidad News
Mardoqueo fue hijo de Jair y primo de Ester, a quien crió como hija, cuando ésta se quedó sin sus padres “Había en Susa, la capital, un judío cuyo nombre era Mardoqueo, hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, benjamita. Él era padre de crianza de Hadasa, es decir, de Ester, hija de su tío, pues ella no tenía padre ni madre; y la joven era de figura y aspecto hermosos. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya”. Ester 2:5 y 7.
Fue colaborador de Zorobabel y uno de los exiliados que regresó a su ciudad “Éstos fueron los hijos de la provincia que subieron al cautiverio, de aquellos que habían sido llevados cautivos, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad. Éstos llegaron con Zorobabel: Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. El número de los varones del pueblo de Israel”. Esdras 2:1-2.
Después de que Ester fuera escogida por el rey, Mardoqueo continuo con sus responsabilidades cuando se percató de algo “En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos de los eunucos del rey, de los encargados del umbral, y procuraban echar mano del rey Asuero. Esto llegó a conocimiento de Mardoqueo, quien se lo comunicó a la reina Ester; y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo”. Ester 2:21-22.
Hamán, recién nombrado primer ministro, ordenó que todos los que estaban en la puerta del rey se postrasen ante él en reconocimiento del puesto que recibió. Sin embargo, Mardoqueo fue el único que se rehusó a hacerlo.
Hamán se enfureció y consiguió que el rey proclamase un decreto para aniquilar a todo el pueblo de Mardoqueo en el reino de Persia. Ante esto, Mardoqueo manifestó su fe en Ester para que ella intercediese ante el rey.
Ester consiguió acusar a Hamán de haber calumniado y presentado una falsa imagen de los judíos, y, además, de tramar contra los propios intereses del rey. Asuero, enfurecido, decretó la sentencia de muerte para Hamán, quien fue colgado en el madero que había hecho levantar para Mardoqueo.
“Y se quitó el rey su anillo de sellar, que había recogido de Amán, y se lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán”. Ester 8:2.
