México es uno de los principales consumidores de alimentos y bebidas ultraprocesados entre los países de América Latina y el etiquetado es la única herramienta que tenemos como compradores al momento de adquirir estos productos pobres en nutrientes, sin embargo, “tenemos una débil regulación a las industrias que los producen”, aseguró Fiorella Espinosa, investigadora en Salud Alimentaria y miembro del Poder del Consumidor.
“Ante la incapacidad del gobierno mexicano para implementar un etiquetado nutrimental adecuado”, dicho por la especialista, esta asociación civil lanzó la aplicación para dispositivos móviles “Escáner nutrimental”, éste suple la omisión del gobierno y permite a las personas conocer si un producto tiene un alto contenido de cuatro elementos clave, tomando como ejemplo de buena práctica los sellos chilenos, los cuales están catalogados como entendibles y con lectura rápida tanto para niños como adultos.
Los elementos ultraprocesados son elaborados a través de procedimientos industriales, es decir, a partir de sustancias, que pueden ser saborizantes, aditivos y colorantes.
“El objetivo es desincentivar el consumo de alimentos ultraprocesados de la gama que existe y también poder elegir los menos dañinos”, aseguró la especialista.
En un ejercicio comparativo se eligieron tres productos de la categoría pan dulce. Se utilizó la app para unas mantecadas Tía Rosa, en el cual se desplegaron los sellos relativos a calorías, azucares y grasas como elementos en exceso en este producto. Después unos Colchones Bimbo, que fueron altos en calorías y grasas saturadas; finalmente un panqué de plátano Only Ligth no provocó ningún sello.
Los especialistas aseguran que el etiquetado actual promueve un alto consumo de azúcar al utilizar un valor de referencia de consumo al día de 90 gramos, en lugar de los 50 gramos, que es lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para azúcares añadidos. Además, “hoy tenemos información indescifrable y manipulada”, dijo Espinosa, pues “tomando el ejemplo de un cereal de caja dirigido a la infancia, una persona lee en la parte frontal que una porción del producto provee el 14% de los azúcares diarios, lo que pareciera que no es mucha azúcar la que contiene, sin embargo, casi la mitad del peso del producto es azúcar y esta información no es accesible para el consumidor”.





