El agua en la escritura

Redacción, Veracidad News

El agua es un compuesto químico, formado por átomos de hidrogeno y oxígeno, de formula H2O. Es inodora, insípida e incolora, y es la única sustancia que existe a temperaturas ordinarias en los tres estados de la materia, sólido, líquido y gaseoso.

Representa la palabra de Dios; al ser lavados y purificados los seres humanos con el agua, ésta simboliza las Escrituras: “para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”. Efesios 5:26.

Se menciona la palabra en diversas ocasiones en la Biblia; la primera de ellas se cita en el libro de génesis, capítulo 1, versículo 2: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”.

También, se describe el vital líquido que es bebido “Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho”. Génesis 21:19.

Al agua que se toma en la prisión se le denomina «agua de aflicción»: “y dirás: Así ha dicho el rey: Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz”. 1 Reyes 22:27.

En el culto de Israel se vertía o rociaba simbolizando la purificación. “Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua”. Éxodo 29:4.

Ciertas partes de los animales sacrificados también debían lavarse durante el culto: “y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová”. Levítico 1:9.

Por otra parte simboliza el descanso y la paz: “En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará”. Salmos 23:2. Además de que se usa en relación con fuentes, arroyos o mares, como esta descrito en éxodo 7:19. “Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra”.

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Juan 7:37.