Alerta OMS sobre riesgos por alto consumo de azúcares

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En México en el año 2012, más del 60% de la población general excede la cantidad de azúcares añadidos, permitidos por la Organización Mundial de la Salud, que equivale actualmente a solo el 5% de las calorías consumidas en un día.

Redacción / Veracidad News

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Una adecuada higiene, mantener hábitos positivos, hacer ejercicio y tener una alimentación balanceada son las claves para gozar de una vida saludable.

 

Sin embargo, este último punto es difícil de mantener en nuestros días, pues los alimentos procesados representan un daño grave para el organismo, debido a que la mayoría de ellos son ricos en grasas, sodio, y por supuesto azúcares.

 

Todas estas substancias se encuentran al por mayor hasta en alimentos que normalmente consideraríamos como saludables, como: una barrita energética, cereales, y jugos que se venden como naturales; ni qué decir de los refrescos y aderezos como la cátsup.

 

Por ello, la organización mundial de la salud informa que particularmente los azúcares son añadidos y están presentes en gran parte de los alimentos, rebasando por mucho los límites permitidos por el sector salud.

 

De acuerdo con la última encuesta de salud y nutrición elaborada en México en el año 2012, más del 60% de la población general excede la cantidad de azúcares añadidos, permitidos por la Organización Mundial de la Salud, que equivale actualmente a solo el 5% de las calorías consumidas en un día.

 

A raíz de ello, el consumo de azúcares está ligado a un incremento potencial de los riesgos de contraer diversas enfermedades desde la caries, hasta la obesidad y la diabetes.

 

Para tener un ejemplo más claro de la cantidad de azúcar permitida por la Organización Mundial de la Salud, esta equivale a cinco cucharaditas diarias, mientras que tan solo un refresco contiene 12 de éstas.

 

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud, asegura que la azúcar no es un nutriente esencial para el cuerpo, por lo que recomiendan tratar de eliminarla de la dieta diaria.

 

Para lograrlo, primero deberás tomar conciencia del daño que representa para el cuerpo, aprovechar la fruta y no sustituirla por jugos, elegir alimentos bajos en azúcares y consumir colaciones sanas entre alimentos, leer y comparar las etiquetas de los alientos antes de elegir, y reeducar el paladar familiar y evitar las tentaciones.