Animales que hablaron en la Biblia

Redacción, Veracidad News

Aquellos seres vivos que poseen movimiento, cumplen el ciclo vital, y se alimentan de sustancias orgánicas, presentes en el mundo exterior, se les conoce como animales.

Existe una gran variedad de ellos y se pueden clasificar en vertebrados e invertebrados, según posean o no un esqueleto interno articulado. Dentro de los vertebrados se distinguen los mamíferos, las aves, los peces, reptiles y los anfibios. Según nazcan de huevos o se gesten en el interior de la hembra de la especie, se clasifican en ovíparos y vivíparos.

Algunos están mencionados en las Escrituras; un par de ellos por una característica especial; ¡hablaron!. Tal es el caso de la serpiente; reptil caracterizado por la ausencia de extremidades. Al día de hoy, se registran más de 3460 especies en todo el planeta, de las cuales 450 son de tipo venenosas.

“Ahora bien, la serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Yahweh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Es cierto que Dios ha dicho: No comeréis de ningún árbol del huerto? La mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: ¡Ciertamente no moriréis!”. Génesis 3:1:4.

“Y Yahweh Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita eres, más que todo el ganado y más que todos los animales del campo. Sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida”. Génesis 3:14.

Por su parte, el asno o burro, es una especie de la familia de los equinos, el cual es utilizado como animal de carga y/o cabalgadura.

Su mención está relatada en el capítulo 22 del libro de Números, versículos del 28 al 31, en el que explica el habla de la asna de un adivino de Mesopotamia llamado Balaam.

“Entonces Yahweh abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Balaam respondió al asna: ¡Porque te has burlado de mí! Si tuviera espada en mi mano, ya te habría matado. Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna sobre la cual has cabalgado toda tu vida hasta este día? ¿Acaso he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No. Entonces Yahweh abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Yahweh de pie en el camino con su espada desenvainada en su mano. Y se inclinó y se postró sobre su rostro”. Números 22:28-31.