En México, según cifras oficiales, las solicitudes de refugiados aumentaron mil 26 por ciento entre 2013 y 2017, al pasar de mil 296 a 14 mil 596, sin embargo, el número de aceptación disminuyó en un 27 por ciento, informó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en su informe anual Tendencias Globales.
En 2016, informó que el 90 por ciento de los solicitantes de refugio en México fueron de Honduras, Guatemala y El Salvador. Sin embargo, en 2017, el porcentaje de solicitudes provenientes de estos tres países disminuyó a 59 por ciento, mientras que los venezolanos representaron 28 por ciento.
El año pasado las autoridades mexicanas reconocieron a 2 mil 825 personas como refugiadas, o les brindaron protección complementaria. El número de personas reconocidas como refugiadas en 2017 bajó 27 por ciento respecto al número de 2016, en gran medida por la capacidad limitada de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), agravada por el impacto del sismo del 19 de septiembre.
Al terminar el año, 52.9% de las personas que solicitaron la condición de refugiado en 2017 estaban a la espera de una decisión. Según el informe Tendencias Globales, México terminó 2017 con 9 mil 17 refugiados.
En general, pese al incremento en las solicitudes de la condición de refugiado en los últimos años en México, éstas siguen siendo una reducida proporción de las miles de personas que son detenidas y devueltas cada año a sus países de origen por las autoridades migratorias mexicanas.
El número es reducido también tomando en cuenta el tamaño de México. De hecho, en términos per cápita, con las cifras de 2017 México tiene 7 refugiados por 100 mil habitantes.
La ACNUR destacó que “la compleja situación socioeconómica y política en Venezuela ha causado que más de 1.5 millones de venezolanos se muden a los países vecinos y más allá. Sus principales destinos fueron Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Perú, España y Estados Unidos” y según cifras proporcionadas por los gobiernos anfitriones, más de 166 mil venezolanos presentaron nuevas solicitudes de asilo entre 2015 y 2017, tres cuartas partes de las cuales fueron en 2017.
Sin embargo, la mayoría de los venezolanos se encuentra en una situación irregular. Algunos países de la región han establecido medidas alternativas como el permiso de residencia temporal, visas de migración laboral y visas humanitarias para permitir a las personas permanecer en el país y tener acceso a los derechos básicos.
Ante esta situación, ACNUR informó que trabaja con gobiernos y socios como la Organización Internacional para las Migraciones en América Latina y el Caribe para establecer una respuesta coordinada e integral a la situación de Venezuela.
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