Hijo y sucesor de Amón rey de Judá, un rey idolatra, que gobernó durante dos años, antes de ser asesinado por sus siervos, los cuales luego fueron matados por el pueblo. A los doce años comenzó una purificación religiosa, y sociopolítica, derribando los lugares altos y las imágenes fundidas a otros dioses.
REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.
Hijo y sucesor de Amón rey de Judá, un rey idolatra, que gobernó durante dos años, antes de ser asesinado por sus siervos, los cuales luego fueron matados por el pueblo. Y el pueblo puso a Josías como rey (2 Reyes 21:19-23; 2 Crónicas 33:21-24). Por tal razón, Josías se convirtió en rey a los ocho años de edad y su reinado duro 31 años.
Tuvo como consejero durante su juventud, al sumo sacerdote Hilcías. Al año octavo de su reinado, se propuso actuar conforme a las leyes de Dios, y reformar según su voluntad la vida de la corte, desechó la idolatría y todo lo contrario a la Ley de Dios. Siguió en este esfuerzo a lo largo de los años, no sólo en Jerusalén y Judá, sino también en lo tocante al reino del norte.
A los doce años comenzó una purificación religiosa, y sociopolítica, derribando los lugares altos y las imágenes fundidas a otros dioses, no solo en Jerusalén sino en las ciudades circundantes como la de Manasés, Efraín, Simeón y hasta de Neftalí y en todo su alrededor y cuando hizo todo esto en Israel (ambos reinos) entonces volvió a Jerusalén, cumpliendo de esta manera la profecía dada en 1 Reyes 13:1-2.
En el año decimoctavo de su reinado, tomó medidas para restaurar y embellecer el Templo. En el curso de las obras, el sumo sacerdote Hilcías encontró en el santuario el libro de la Ley, y lo entregó a Safán, el escriba, que lo leyó ante el rey. Josías quedó profundamente tocado por la profecía que anunciaba las terribles consecuencias de abandonar a Jehová. Rasgó sus vestiduras y se humilló ante Dios que, en su misericordia, le dio la certidumbre de que el juicio inminente no caería durante su vida
Josías unió las doce tribus de Israel, al ser el único rey en atreverse a pasar al reino del Norte y derribar los altares a otros dioses y de esa manera Israel volverse a Dios. Por ello su reforma también fue sociopolítica.
