Cruz Azul compromete su grandeza

Cruz Azul se juega mucha de su credibilidad este fin de semana, luego de seis torneos sin calificar, a casi 20 años de la obtención de su último título y con ocho finales perdidas en ese mismo lapso. La Máquina ante Veracruz se juega también la etiqueta de club grande, condición que fue puesta en duda incluso hasta por su mismo entrenador, Paco Jémez.

Es cierto que una victoria ante los Tiburones regresará a los cementeros a la fase final, pero también lo es que casi dos décadas de sequía en el torneo de Liga, las constantes fallas a la hora de los partidos definitivos, han provocado que celestes se hayan convertido en el blanco de las burlas. Mientras viejas glorias de la institución como Carlos Hermosillo, quien marcó 196 goles con la casaca azul y le dio el último campeonato a la institución, aseguran que si bien el equipo tiene muchas cosas por mejorar Cruz Azul “sigue siendo grande”, porque la grandeza se construye con la historia y la actuación de los jugadores.

Especialistas que señalan que la Máquina no se comporta como uno de los conjuntos más importantes de la Liga MX, e incluso advierten que de seguir así a largo plazo podría exponerse a la desaparición.

Al margen de la división de opiniones, la realidad es que los cementeros son señalados por caer en cinco finales de Liga, una de Libertadores y dos de Concacaf, por tan solo dos coronas conseguidas: una en 2013 en la Copa MX, y otra un año más tarde en la Concachampions.

Decisiones proyectan imagen autoritaria y opacan su grandeza

Eric Olavarrieta, experto en imagen deportiva, aseguró a El Economista que Cruz Azul se ha equivocado al no aceptar que su método de trabajar y planificar no es el adecuado y aferrarse al mismo. “Apuestan por la misma fórmula al creer que la solución está ahí y en realidad no la tiene”, comentó el experto quien señaló que bajo las decisiones de Guillermo Álvarez, presidente del equipo, y su hijo Robin, la institución no termina por encontrar el rumbo.

En un análisis más puntual, Olavarrieta se refirió a la carencia de estadio propio que tiene la franquicia, situación que al vivirla un club considerado grande, interpreta como “una burla” para sus aficionados y un tema “inconcebible”.

Otro aspecto que el experto de imagen señaló como una señal de alarma, es la poca tolerancia que ha mostrado el equipo en el manejo de sus redes sociales, herramientas de comunicación con sus aficionados en las que ha decidido bloquear a quienes los critica, incluido el mismo Carlos Hermosillo. Esta acción, asegura, es el reflejo de la imagen “autoritaria de la directiva”.

“Alguien que no tiene respuesta en manejo de crisis está cavando su propia tumba, porque depende de sus aficionados y leyendas. No está midiendo ese riesgo”, apuntó Eric quien no descarta que si Cruz Azul no mejora en este aspecto puede arriesgarse “a la desaparición en el futuro”.

Aunque pueda parecer lejana esta opción, Olavarrieta señala que recientemente ya han existido denuncias de figuras públicas que muestran su descontento. “Eres una vergüenza mi querido Cruz Azul. Eres el equipo más miedoso y ratonero. Es una pena ser tu aficionado”, posteó en Twitter Alejandrro Villalvazo, conductor de TV Azteca luego de que los celestes dejaran ir una ventaja de 3-0 ante América y perdieran 4-3 en el Apertura 2016. Además de ese duelo, la final perdida ante las Águilas, y otra más ante Monterrey que parecían tener en el bolsillo en 2009, son de los compromisos que dejaron marcados a los cementeros. “Perder una final te deja marcado”, ha dicho Hermosillo.

El mismo Carlos hizo una declaración que cimbró a toda la familia cementera en 2015. “Siguen engañando en Cruz Azul a su afición. Es difícil dar palabras. “Lo he dicho en corto, nunca le dejaré de ir al Cruz Azul, pero me separaré de ir al estadio y ver la televisión”.

El equipo ha olvidado ofrecer una buena experiencia a sus seguidores

Luis Edoardo Gutiérrez, especialista en marketing deportivo, señaló que Cruz Azul se ha olvidado de que la felicidad de un aficionado no solo depende de los resultados en la cancha. “Asistir al estadio Azul no representa la mejor de las experiencias” como seguidor, apuntó el experto, quien agregó que si el equipo lleva un buen paso este tema se vuelve “soportable”, pero si no, como ha sido en los últimos tres años con los celestes, se convierte en “una experiencia doblemente negativa”.

Gutiérrez explicó que además de que la directiva no se preocupa por sus seguidores cuando van al estadio, hay que agregar que los mismos hombres de pantalón largo se han equivocado al elegir a sus refuerzos. Nombres como los de Roque Santa Cruz, Hernán Bernardello, Alemao, Maranhao, Víctor Vázquez, Nicolás Bertolo y Achille Emana, solo son algunos ejemplos de los extranjeros con los que no pasó nada.

“La directiva se ha dedicado a contratar figuritas en lugar de fichar a jugadores que sepan aguantar la presión y que puedan aportarle al equipo”, ha denunciado Carlos Hermosillo.

Finalmente, pero no menos importante, Luis Eduardo explicó que Cruz Azul ha fallado al no salir a intentar acabar o al menos calmar las burlas que les lanzan aficionados e integrantes de los medio de comunicación, como sucede con el término “cruzazulear”.

El experto en marketing deportivo indicó que lo que sucede es ya un estigma que a pesar de que los resultados puedan no ser malos “será difícil de borrar si no se hace nada”. Gutiérrez expresó que en el club deben darse cuenta que lo más importante “es cuidar y alimentar el sentimiento de sus aficionados, acercarse más a ellos, recordarles