El verdadero propósito es negar los placeres físicos en busca de un crecimiento espiritual y de una comunión profunda con Dios.
Redacción, Veracidad News
El ayuno es conocido como el acto de abstenerse total o parcialmente de comer o beber. En religión, también se entiende como la práctica que se realiza mientras se ora.
Sin embargo, el verdadero propósito y de acuerdo con lo descrito en el capítulo 58 del libro de Isaías, es negar los placeres físicos en busca de un crecimiento espiritual y de una comunión profunda con Dios. Es una manera de demostrarle a él, y a uno mismo, que se toma enserio la relación entre ambos.
“¿No es más bien este el ayuno que yo escojo: desatar las ligaduras de maldad, soltar las coyundas del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper todo yugo?. Isaías 58:6.
En la antigüedad, se hacía para humillarse ante Dios pidiéndole ayuda y perdón cuando cometían pecado y falta delante de él y así evitar su juicio e ira. No importaba cual fuera el pecado, el Señor lo perdonaba cuando se humillaban y se arrepentían de corazón.
“Entonces invocarás, y Yahweh responderá: clamarás y dirá Él: Heme aquí. Si quitas de en medio de ti el yugo, el señalar con el dedo y el hablar maldad, si extiendes tu alma al hambriento y sacias los deseos del afligido, entonces en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el medio día”. Isaías 58:9-10.
Asimismo, tanto antes como ahora, lo importante es hacerlo de corazón, no solo para que los demás lo sepan, sino que para agradar al Señor; “He aquí, para contiendas y riñas ayunáis, y para herir con el puño de maldad; no ayunéis como lo hacéis hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto”. Isaías 58:4.
Así, al hacerlo como lo estipulan las Escrituras, la recompensa será grande; “Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recobro brotará con rapidez. Tu justicia irá delante de ti, y la gloria de Yahweh será tu retaguardia”. Isaías 58:8.
