Ya no se podrá comprar una sola Biblia en línea en toda la nación China, tampoco se podrán hacer búsquedas en internet con la palabra Biblia, y para las tiendas físicas dicho libro es considerado ilegal, todo es parte de un programa a cinco años de reestructuración de la Biblia, con el cual buscan convertir a la religión nacionalista a todos los habitantes de esta nación.
Redacción, Veracidad News
China es conocida por su fuerte censura a casi todo. Pero particularmente con todos los contenidos de la Biblia y/o libros afines, información obtenida por fuentes provenientes de Inglaterra y Australia, dejan conocer que esta semana las aplicaciones bíblicas fueron prohibidas, así como también el hecho de que desde finales de marzo fueron detenidas las ventas de las Escrituras por internet.
Hace apenas algunos días el gobierno chino por medio de un comunicado a medios, divulgó un documento que indica que tanto las creencias como la libertad religiosa son asuntos de estado, por lo cual, se establece un control de la literatura que no vaya de acuerdo con los valores fundamentales del socialismo, aplicando de forma inmediata dicha restricción a la Biblia.
El comunicado antes mencionado, ofrece directrices sobre como las comunidades religiosas de ese país solo podrán seguir la religión forma nacionalista, practicando los valores del socialismo, desarrollando y expandiendo las tradiciones chinas y explorando ampliamente el pensamiento religioso siempre y cuando esté de acuerdo con circunstancias de vigor en China. Dicho en otras palabras, libros como la Biblia, cuyo pensamiento o tesis central se basa en la obediencia a Dios, y la restauración de la humanidad por medio del Mesías, no encaja con la ideología comunista…
A pesar de que el documento incluye en su título la palabra libertad, la decisión del Partido Comunista, que comanda al país fue impedir el libre comercio de Biblias, desde el pasado 31 de marzo ya no será posible encontrar en esa nación Biblias en las plataformas más importantes de comercio electrónico en China, tales como: Taobao, Jindong, Amazon, y DangDang.com. Esta última afirma ser la mayoría librería en línea del coloso de Asía.
Asimismo, cualquier búsqueda por Biblia o Nuevo Testamento resultará mensaje sin resultados, aunque en algunas de las empresas encargadas de ofrecer el sagrado libro aún lo tenían exhibido en su lista de opciones, para los compradores fue imposible añadirlo al carrito. De igual forma, otros libros asociados con la Biblia fueron bloqueados en varias de las plataformas antes mencionadas.
A finales del 2017, el presidente Chino Xi Jinping dejó bastante claro que habría un amento en la represión a las religiones extranjeras, de acuerdo con el mandatario, las religiones solo pueden funcionar si tienen su origen en China, y que Beijín proporcione la orientación clara a las religiones para que puedan adaptarse a la sociedad socialista.
El informa oficial entregado a medios, muestra como en esta nación las principales religiones son el cristianismo, el catolicismo, el islam, el budismo, el taoísmo; siendo en total unos 200 millones de ciudadanos pertenecientes a alguna de estas religiones, de esa cantidad 38 millones son cristianos reconocidos por la iglesia patria. Sin embargo, expertos en misiones creen que China tiene más 100 millones de cristianos, en el mayor sistema de iglesias subterráneas (clandestinas) del mundo.
La prohibición de la Biblia es vista como parte de un programa patrocinado por el Partido Comunista, que pretende publicar una versión de la Escritura revisada y “autorizada” por el Estado. La impresión de la Biblia en mandarín y cantonés -principales lenguas habladas en China- aún no ha sido aprobada de forma oficial por el gobierno de Xi Jinping.
Los ejemplares físicos de la Biblia que se comercializan en tiendas físicas vienen de iglesias extranjeras que las importan a este país, teóricamente son ingresadas al territorio de contrabando, por lo que desde hace ya bastante tiempo el libro sagrado es considerado una publicación ilegal que no puede ser vendida de forma libre.
De acuerdo con el documento oficial divulgado por la Administración Estatal de China para Asuntos Religiosos, una de las mayores tareas en los próximos años es perfeccionar el cristianismo y la teología al estilo chino, reinterpretando y traduciendo la Biblia.
El proyecto titulado “principio para la promoción del cristianismo chino en China para los próximos cinco años (2018-2022)” fue lanzado de formalmente en Nanjing, en el este de China, el pasado 28 de marzo. Dos días después, las Biblias comenzaron a desaparecer de los sitios de ventas.
Además, una cadena de noticias australiana deja conocer que hay la posibilidad de que el término Biblia, sea añadido a las palabras censuradas en internet de China, ya que desde el pasado 1ro de abril no aparece dicho término en algunas herramientas de búsqueda. Curiosamente, Nanjing alberga el mayor parque gráfico de impresión de Biblia en el mundo, allí se han impreso 155 millones de copias de las Escrituras, en más de 90 idiomas, destruidas a más de 70 países en todo el planeta, no obstante, nunca publicó ediciones en mandarín o cantonés.
El gobierno chino, bajo el presidente Xi Jinping adoptó un enfoque mucho más duro en relación con el cristianismo, reforzando el ateísmo como exigencia para los miembros del Partido Comunista, esta situación trae a memoria otras manifestaciones de precesión a la comunidad religiosa en China que incluyen innumerables relatos de iglesias que funcionaban en casas y que fueron prohibidas.
Además de la persecución hay lugares en este país, donde tanto hombre, como mujeres y niños son sometidos a procedimientos de reeducación, en los que se busca que renuncien a su fe, por considerarlos una amenaza política para el Partido Comunista de China, por no mostrar un sentimiento patriótico y por no defenderla ideología socialista.
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