EL cristianismo crece en el Tíbet

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“Ellos no vieron a los budistas, hindúes y otros grupos religiosos, ayudándolos en los escombros. Pero semana tras semana, surgieron los seguidores de Jesús que han dedicado su tiempo y han arriesgado sus vidas para servir, dispuestos a ser las manos y los pies de Jesús”.

Redacción, Veracidad News

En Asia existe un ministerio que tiene presencia en 11 países dentro del continente, enfocados en compartir la palabra de Dios, este ministerio da testimonio de su trabajo a través de las vidas que deciden rendirse a los pies de Cristo.

Joe Handley, presidente de este ministerio, comenta que dentro de su informe del año pasado aconteció la conversión de un monje budista tibetano, este hombre tenía una gran influencia, tras 30 años de vida como guía espiritual de los practicantes del budismo tibetano, que alcanzó el grado de “lama”, entre los budistas, se les conoce así a las personas que conocen a la “perfección” el mundo interno, según sus creencias, no sólo conocen la mente del presente, sino la del pasado y del futuro; desde su perspectiva psicológica además tienen el poder de controlarse a sí mismos, y ofrecen consejo a los demás.

Después de exponer la “tesitura” de sus creencias, causa gran gozó a la comunidad cristiana el hecho de que una persona como él, se convirtiera a Cristo después de escuchar la buenas nuevas del evangelio, a través de un grupo de misioneros, que ofrecen su servicio a la población del Tibet.

Aún después de ser perseguido por su fe, se mantiene firme y perseverando; gracias a su testimonio 62 monjes cambiaron a Buda por seguir a Jesús. Handley comentó que en los últimos 12 meses cerca de 200,000 personas han entregado su vida a Cristo en el Tibet.

Durante siglos, este país había estado cerrado al cristianismo, las leyes prohibían a los extranjeros predicar cualquier religión que no fuera el budismo tibetano. El terremoto ocurrido el año pasado, permitió este resurgimiento, gracias a los cristianos que están dispuestos a servir al prójimo. Este testimonio fue el que hizo mella en los corazones de las personas, pues fue el único grupo religioso que semana a semana se unió en el duro trabajo de remover escombros.