El fin de todo discurso es este “teme a Dios y guarda sus mandamientos”

El “temer a Dios y guardar sus mandamientos” es aprender a ser y descubrir el secreto de ser una persona total. Es no querer desagradarle, defraudarlo, y fallarle. Lo que nos lleva a actuar, vivir, hablar, pensar de acuerdo con lo que Él nos pide.

REDACCIÓN VERACIDAD CHANNEL.

ECLESIASTÉS 12:13 “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.”

El libro de Eclesiastés comienza con una declaración “Vanidad de vanidades todo es vanidad” y concluye con la frase de ECLESIASTÉS 12:13. Estas palabras fueron escritas alrededor del año 977 a.C por Salomón, Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.

El “temer a Dios y guardar sus mandamientos” es aprender a ser y descubrir el secreto de ser una persona total.

Temer a Dios significa respetarlo con reverencia y eso solo lo podemos hacer guardando sus mandamientos. Es no querer desagradarle, defraudarlo, y fallarle. Lo que nos lleva a actuar, vivir, hablar, pensar de acuerdo con lo que Dios nos pide. Esta clase de temor a Dios debe ser saludable; un temor que exprese un sentimiento de profunda reverencia hacia el Creador, y es un temor sano de no desagradarle por el aprecio que sentimos hacia Él.

Todos queremos ser personas totales, no personas rotas, fragmentadas, fácilmente turbadas, erráticas, que van en todas las direcciones al mismo tiempo, sino ser personas estables, controladas, equilibradas, personas completas. Por lo cual, el libro de Eclesiastés nos lleva a una comprensión de cómo vivir la vida cristiana.

Salomón escribió estos consejos porque Dios le había dado sabiduría y sobre todo la revelación de que “el todo” de los hombres era temer a Dios y para que eso sucediera, teníamos primeramente que guardar sus mandamientos.