El trigo en la Biblia

Era cultivado desde tiempos bíblicos, en lugares como Babilonia, Mesopotamia, Egipto y Palestina.

Redacción, Veracidad News

El trigo era cultivado desde tiempos bíblicos, en lugares como Babilonia, Mesopotamia, Egipto y Palestina.

“Porque Yahweh tu Dios te lleva a una buena tierra: tierra de arroyos de aguas, de manantiales y de fuentes, que brotan en valles y montes; tierra de trigo, de cebada, de vides, de higueras y de granados: tierra de olivos con aceite y de miel”. Deuteronomio 8:7-8.

Al igual que la cebada, se siembra al principio del invierno, pero su desarrollo es más lento, por lo cual madura dos meses después de ésta, entonces se celebra la fiesta de las semanas, que coincide con la cosecha del cereal.

“También celebrarás la fiesta de las semanas, esto es, de las primicias de la siega del trigo, y la fiesta de la recolección a la salida del año”. Éxodo 34:22.

En Palestina, se sembraba después de que habían comenzado las lluvias de otoño, y se cosechaba en abril, mayo o junio, dependiendo del clima y de cómo estuviera el terreno.

También era utilizado para hacer harina y pan; “Y panes sin levadura, tortas sin levadura mezcladas con aceite y hojaldres sin levadura ungidos con aceite; los harás de flor de flor de harina de trigo”. Éxodo 29:2.

Al igual que con otras semillas, se tostaba o aplastaba y era utilizado como alimento; “Si presentas a Yahweh ofrenda de harina de primicias, presentarás nuevo grano tostado al fuego, grano majado de la espiga fresca, para la ofrenda de harina de tus primicias”. Levítico 2:14.

Además, Salomón lo utilizaba como pago; “Y Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su familia y veinte coros del aceite más fino; esto daba Salomón a Hiram año tras año”. 1 Reyes 5:11.

El trigo se usa como comparativo del comportamiento de las personas, tal como está relatado en el libro de Juan, capítulo 12, versículos 24 y 25; “DE cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama la vida de su alma la perderá; y el que la aborrece en este mundo, para vida eterna la guardará”.