Expertos consideran que vender el avión presidencial no es una buena idea

Expertos aseguran que no conviene ni financiera ni operativamente.

Redacción, Veracidad News

Una de las propuestas del virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, ha sido vender el avión presidencial y, en su lugar, utilizar vuelos comerciales; sin embargo, expertos aseguran que no conviene ni financiera ni operativamente.

El avión, un Boeing 787-8, cuenta con un menor número de asientos que el de una aerolínea comercial, cabinas especializadas, oficinas y salas privadas, estancias y dormitorios.

Rob Morris, gerente de Consultoría Global, dio a conocer que desde que hicieron el análisis en 2015, el mercado de aviones corporativos ha cambiado poco, por lo que sus conclusiones no han variado demasiado.

Informó que por lo menos dos aviones de esa naturaleza han salido a la venta, pero hasta la fecha no se ha vendido. Esto demuestra la falta de demanda y el reto que significa vender un 787 usado.

Agregó que como valuadores de aeronaves y analistas siguen el comportamiento del mercado de las aeronaves corporativas y creen que sigue siendo un reto poner a la venta el avión presidencial configurado para uso corporativo.

El avión se adquirió en 2012 por 218.7 millones de dólares; tiene nueve años de antigüedad, porque salió de fábrica en 2009 y considerando que una aeronave se deprecia entre 5 y 8% cada año, ahora puede tener un valor de 120.2 millones de dólares.

Sin embargo, al ser configurado para uso del gobierno, todo ese equipamiento se va a perder porque no tiene valor para una aerolínea comercial, por lo que se puede vender por 30% de su costo original.

El cálculo fue que venderlo en enero de 2019, sería por un valor de 81.6 millones de dólares, es decir, 37% de lo que se pagó por él o una pérdida de 137 millones. Y si se le vendiera a un cliente privado, sería por 142 millones de dólares, con una pérdida de 76.2 millones. Y para reconvertir el avión presidencial para transporte regular de pasajeros, se tienen que invertir entre 10 y 15 millones de dólares.

Por lo tanto, consideran que el gobierno mexicano debe conservar la operación de la aeronave durante los 15 años del contrato de arrendamiento.