¿Sabes qué es el oído de nadador?

Es una infección en el conducto auditivo externo, que va desde el tímpano hasta la parte externa de la cabeza.

Redacción, Veracidad News

La otitis externa, mejor conocida como oído de nadador, es una infección en el conducto auditivo externo, que va desde el tímpano hasta la parte externa de la cabeza.

Este padecimiento generalmente es producto del agua que queda en el oído después de nadar, misma que crea un ambiente húmedo propicio para el crecimiento de bacterias. Sin embargo, colocarse los dedos, hisopos de algodón u otros objetos en los oídos también puede provocarlo.

En ocasiones, la infección se puede diseminar a otras zonas alrededor del oído, incluso el hueso del cráneo. En las personas mayores o aquellas que tienen diabetes, se puede presentar una infección grave. Esta afección es llamada otitis externa maligna, la cual se trata con antibióticos en dosis altas administrados por vía intravenosa.

Los síntomas son leves al principio, pero pueden empeorar si la infección no se trata o si se extiende. Entre ellos se encuentran:

  • Picazón en el canal auditivo
  • Enrojecimiento leve dentro del oído
  • Molestias que empeoran al tirar de la parte externa (oreja) o apretar la pequeña prominencia que está en la parte de adelante
  • Secreción de un líquido transparente y sin olor

Es causada, en general, por bacterias que suelen encontrarse en el agua y la tierra y es más común entre los niños que están entrando a la adolescencia y los adultos jóvenes.

En la mayoría de los casos, se recetan gotas durante un periodo de 10 a 14 días. Aunque también se pueden indicar antibióticos vía oral, corticoesteroides para reducir la picazón y la inflamación y analgésicos.

Al igual que casi todas las enfermedades, ésta, se puede prevenir siguiendo una serie de pequeños consejos:

  • No rascar los oídos ni introducir hisopos de algodón u otros objetos en los mismos.
  • Mantenerlos secos y limpios, y no permitir el ingreso del agua al ducharse, echarse shampo o bañarse en la tina.
  • Secarlos cuidadosamente después de haberse mojado.