Nuestro planeta está constituido en un 71% de agua, y solo el 3% es apta para consumo humano.
Por: Vanessa Ordoñez, Veracidad News
Los seres vivos están constituidos entre el 50 y el 90% de agua, por lo que es de suma importancia en muchos aspectos, desde la supervivencia, hasta el desarrollo económico.
Por otro lado nuestro planeta está constituido en un 71% de agua, lo interesante de ello es que el 95.5 % de ella es salada, y solo el 3% es dulce, y el 1.74% se encuentra en los glaciares y casquetes polares.
Diversas fuentes clasifican los impactos ambientales de la siguiente manera:
Falta de depuración de las aguas residuales, es una de las más graves amenazas generadas por la actividad humana.
Impacto del modelo agro-alimentario que constituye una amenaza medio ambiental que genera pérdida de biodiversidad de grandes superficies de terreno.
Contaminación química del agua por la industria, esto provoca que los ríos dejen d ser considerados como un recurso. El modelo energético impacta la calidad del agua, pues las grandes centrales energéticas utilizan, gas, petróleo o carbón como combustible, requiriendo grandes cantidades de agua para sus circuitos de refrigeración.
Actividades amigables como el turismo de sol y playa no consideran lo frágil del medio en el que se desarrolla, elevando el consumo del vital líquido y la ocupación del medio en que se desarrolla, se pierden espacios costeros, degradación y agotamiento de los acuíferos y humedales del litoral. De la mano del turismo encontramos que las construcción de campos de golf repercute gravemente, pues para mantener cada campo requiere del consumo de 700 mil m3/año, equivalente a 370 piscinas, que es igual a abastecer a 12 mil habitantes durante un año, además de esto se contamina el suelo con: insecticidas, herbicidas, fungicidas, acaricidas, y otros productos químicos.
La desalación o desalinización, es el proceso de separación de la sal del agua del mar o de las aguas salobres para hacerlas potables. Este proceso genera salmueras que pueden provocar daños al verterse en el mar.
Existen diversas consecuencias de la contaminación de lagos, ríos y mares que se desprenden las siguientes: Desaparición de vida marina y destrucción de ecosistemas acuáticos, debido a la toxicidad de los desechos industriales, se han desarrollado múltiples enfermedades como hepatitis, cólera y disentería; a través de los; existe fuerte repercusión por envenenamiento de especies en otros ecosistemas.
