El hombre fue creado para depender de nuestro Señor Yahweh, requiere del aire para vivir, de la comida para poder alimentarse, de la ropa para poder vestirse, entre otras cosas.
En pocas palabras, el hombre fue traído al mundo gracias a la obra del Mesías, el ser humano necesitó, necesita y necesitará de Dios para poder ser una persona corporal y tener vida. Génesis 2:7: “Yahweh Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y soplo en su nariz aliento de vida, y llegó a ser hombre alma viviente”.
La Biblia no habla que el hombre se creó por casualidad, o que él mismo se creó, tampoco nos habla que él Señor creó primero un mono y que luego se convirtió en hombre. Fue Dios el que lo creó tal y como es ahora.
El ejemplo más claro es la creación de Adán, además de darle vida dependió de Yahweh para buscar hogar, Génesis 2:8: “Luego Yahweh Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado”.
Asimismo, el Creador de los cielos y la tierra, lo proveyó de diversos alimentos para que Adán pudiera comer, tal como lo dice Génesis 2:9.
Nuestro Señor no hizo al hombre para que él hiciera lo que quisiera, o él mismo inventara sus leyes. Fue Dios el que le proporcionó los mandamientos porque Él sabía que era bueno para el hombre.
A Adán y a Eva no les faltaba nada lo tenían todo, al leer Génesis 2 no encontramos las palabras tristezas, preocupación, o enfermedad, porque ellos vivían en constante gozo con Dios.
De esta forma podemos concluir que cuando uno depende de Dios no hace falta más, es por ello que debemos ser leales, obedientes y tener fe al Mesías, ante todo.
Con información de Yajahira Valtierra, Veracidad News.
