En tierras mexicanas viven poco más de 3.6 millones de infantes que trabajan, la mayoría de ellos se encuentran en pobreza extrema y su hogar son las calles, informó la Universidad Autónoma de México ( UNAM), asimismo, el reporto destaca que seis de cada 10 menores en esta situación o similar a ella buscan subsistir de manera “informal”, pero honesta.
La reconocida universidad a nivel mundial aseguró las edades de los 3.6 niños que laboran, varían entre cinco y 17 años. Esta cifra representa cerca de 50 por ciento de los niños trabajadores de América Latina y el Caribe.
Por otro lado, el año pasado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señalo que hay 1.7 millones de niños mexicanos haciendo quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. Ello representa 5.7 por ciento de la población de cinco a 17 años de edad.
De los cuales, 20. 8 por ciento de los infantes mexicanos están fuera de la escuela, mientras que 53. 3 por ciento de ellos y de los adolescentes que trabajan también estudian y realizan quehaceres domésticos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), afirma que el trabajo infantil pone en riesgo a los menores y viola sus derechos puesto que los priva de su educación; o les exige asumir una doble carga: el trabajo y la escuela.
Mientras que La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que actualmente unos 168 millones de niños son víctimas de trabajo infantil en el mundo, de los cuales 85 millones de ellos sufren las peores formas de trabajo infantil.
Asimismo, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) indica en su último informe que la población infantil representaba en 2013 casi una tercera parte de todas las víctimas de trata de personas en el mundo: 20 por ciento niñas y 8 por ciento niños. Una cifra que ha aumentado alarmantemente respecto a las cifras de 2004, donde existía un 13 por ciento del total: 10 por ciento niñas y 3 por ciento niños.
Por regiones, en África subsahariana y América Central y el Caribe, los niños y niñas suponen más del 60 por ciento de todas las víctimas expuestas a sufrir algún tipo de explotación. Las mujeres y niñas son explotadas principalmente para matrimonios forzados y esclavitud sexual, mientras que los hombres y niños son captados en su mayoría para trabajos forzosos en distintos sectores.
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